La información que obra en poder de ‘Sálvame’ y que deja a Rafa Mora en una mala posición

‘Sálvame’ ha cebado durante la tarde de este viernes que había un colaborador moroso en el plató. Finalmente, se ha desvelado que esa persona era Rafa Mora

Este viernes 14 de octubre, ‘Sálvame‘ ha comenzado con un cobrador de deudas entrando en el plató, asegurando que uno de los colaboradores presentes esa tarde, era un moroso, pues debía dinero. No se trataba de una deuda grande, pero sí hecha con conocimiento, según ha desvelado. Finalmente, se ha desvelado que se trataba de Rafa Mora.

Al parecer, según el metre de un conocido local madrileño, tras dárselas de pudiente e invitar a sus amigos, el colaborador se marchó sin pagar. El encargado asegura que se fue con mucha chulería y fardando de que invitó él, pero nunca pagó la cena. Terelu Campos ha explicado que «se trata del local Di María de la calle Preciados».

«Le doy ahora mismo diez mil euros a cualquier persona que esté en el público si me consiguen quién es la persona que ha hablado», decía el tertuliano nada más escuchar el testimonio del metre. Tras lo cual, Rafa Mora se justificaba diciendo: «Voy a llamar ahora mismo al dueño porque soy amigo del dueño. Y la última vez que estuve ahí nos invitó y los cuatro hicimos nuestro trabajo en redes».

Rafa se defiende: «El dueño es el que quiso invitarme»

No obstante, según Terelu Campos, «la información viene del encargado del local. Y las declaraciones nos las ha pasado un compañero tuyo que le ha entrevistado». La presentadora, unos minutos más tarde ha hablado con uno de los encargados, tras lo cual le explicaba a su compañero que «el dueño nos ha dicho que no digamos nada, fue una confesión entre compañeros».

Rafa Mora ha optado por tomárselo a cachondeo, y se ha defendido de las acusaciones asegurando que sí les invitaron. «Las dos últimas veces que fui el dueño es el que quiso invitarme a los 4 o 5 que íbamos. Subimos la colaboración a las redes sociales», se ha justificado el colaborador.

Finalmente, no ha podido demostrar su versión de los hechos, ya que el dueño del restaurante no le ha cogido el teléfono, pese a llamarle en varias ocasiones.