Rocío Carrasco admite el indescriptible mote con el que llamaban a Ortega Cano: ver para creer

Rocío Carrasco ha revelado ‘En el nombre de Rocío’ cómo le llamaban a Ortega Cano en la intimidad por ser una persona bastante poco generosa y espléndida.

En el sexto capítulo de ‘En el nombre de Rocío‘ emitido en Telecinco se ha puesto el acento en la enfermedad de Rocío Jurado y lo que supuso verdaderamente en la familia Mohedano cuando los médicos le diagnosticaron un cáncer con una tasa de supervivencia dramáticamente baja. Rocío Carrasco ha recordado cómo fueron las primeras semanas en Houston y quién fue el que animó a la cantante a trasladarse hasta allí para someterse al tratamiento.

Sobre la estancia en la ciudad de Texas, siempre ha rondado la pregunta de quién costeó todos los gastos. Desde el principio se ha señalado que fue la artista la que lo hizo en exclusiva y no Ortega Cano. Un dato que ha confirmado la propia Carrasco en la nueva entrega de su serie documental. Cuando Anais Peces, directora y entrevistadora, le pregunta por quién pagó esas siete primeras semanas, responde muy taxativamente que «ella».

Y añade: «Siempre ha sido muy agarrado, siempre ha sido un hombre poco espléndido y agarrado». Por eso, asegura que «nunca jamás» ha contribuido económicamente «ni estando enferma ni estando sana». «Ya sabía ella de sobra que Ortega Cano no iba a pagar», asevera. Precisamente por ser una persona poco amiga de la generosidad, Rocío Carrasco ha compartido una anécdota que se produjo junto a su tío Juan en la casa de La Moraleja.

«José (Ortega Cano) tuvo que salir sin darse cuenta de que había quedado con una persona a la que tenía que dar un cheque. Mi tío Juan no se percata de que Ortega no está en la casa, esta persona llama al timbre y mi tío le dice que pase, porque él era el que estaba allí para despachar a quien fuera. Y me dice: niña, avisa a Cecilia», comienza explicando.

«Yo le pregunto ‘pero quién es Cecilia ahora'» y me dice «niña, Ortega, Cecilia, como siempre sin tarjeta», prosigue contando entre risas. Y es que le apodaron de esa guisa por tacaño y porque «nunca sacaba la tarjeta de crédito, nunca tenía dinero y siempre desaparecía» cuando se le podía requerir en cuestiones económicas.

Además, Rocío Carrasco aclara que ese ‘mote’ que le endosó su tío «no lo hacía por condición sexual, sino por la letra de la canción». Se refiere al título ‘Un ramito de violetas’, compuesta por la cantautora española Cecilia y que fue publicada en 1974.