María Lo, tras ganar ‘MasterChef 10’: «Gracias a la terapia he conseguido regularme dentro»

Entrevistamos a María Lo, un día después de convertirse en la ganadora de la décima edición de ‘MasterChef’ en TVE.

María Lo Gómez se convirtió el pasado lunes, 18 de julio en la ganadora de la décima edición de MasterChef‘ en TVE. Lo hizo tras enfrentarse a un reñido duelo final con Verónica después de presentar un menú que le identificaba al 100%. Tras su victoria, logra un premio en metálico de 100.000 euros, la publicación de su propio libro de recetas y un máster en Cocina, Técnica y Producto impartido por la Basque Culinary Center.

La gaditana con origen oriental hace balance de su experiencia en el programa culinario, cómo fue para ella perder a su padre al poco de terminar ‘MasterChef’ y si pudo contarle su victoria. Además nos habla en esta entrevista exclusiva sobre cómo fue para ella reencontrarse con su ex novia Teresa, lo que ha podido ayudar su paso por el concurso al colectivo LGTBIQ+ y nos habla de la salud mental.

¿Cómo te sientes tras haber sido la ganadora de ‘MasterChef 10’?

Todavía estoy intentando bajar un poco a la tierra. Todavía no me lo creo. Y mira que han pasado meses porque el programa lleva grabado ya meses, pero ayer estaba en el sofá viéndolo y es como que no asimilo aún que yo sea la ganadora de ‘MasterChef 10’. Es una felicidad enorme y es un orgullo el haber hecho el programa que he hecho, lo he disfrutado mucho.

Es verdad que desde el principio se te veía como la favorita, ¿llegaste a pensar en algún momento que podías ganar?

La verdad es que pasé por todas las emociones habidas y por haber y todos los pensamientos. Entré con el objetivo claro de que quería llegar a la final y ganarla a muerte. Pero luego sí que me atacaron mis inseguridades y mis exigencias y perfeccionismo a raíz de lo del suflé, que supuso un punto de inflexión. Eso me sirvió para espabilarme y para saber que de los errores se aprende. Y de ahí hubo una evolución de la que estoy muy orgullosa de permitirme errar y que la perfección no existe. Pero si te digo que cuando quedaban cuatro galas para la final yo ya me veía con la chaquetilla puesta (risas).

Conseguiste esa chaquetilla y llegas al duelo final con Verónica, ¿qué crees que te diferenció de tu rival en el duelo final, y por qué merecías tú la victoria?

Creo que la verdad estuvo muy igualado. Las dos dimos todo de nosotros. Yo admiro mucho a Verónica y me siento muy identificada con ella. Nos lo curramos a muerte, pero quizás lo que falló es que Vero hizo algo nuevo en el menú final que no se le identificaba. Y quizás eso fue lo que hizo que se decantaran más por mis platos porque estaban más identificados a mí.

En la final se vio que echaste de menos a tu padre en el plató. Hace pocos meses que falleció, ¿pudiste decirle que habías ganado o tuviste que mantener el secreto?

No, para nada. Yo no supe en ningún momento que mi padre estaba enfermo porque él no quiso que me dijeran nada porque sabía que este era mi sueño y decía que no quería ser él el que me lo frustre. Entonces, al salir del programa, tuve la oportunidad de estar con él la última semana y le conté todo. Y ver la cara y esos ojos brillantes de orgullo e ilusión la verdad que ha sido el mejor regalo del mundo dentro de lo que significa perder a un ser tan querido.

«Yo no supe en ningún momento que mi padre estaba enfermo»

Durante tu paso por el programa se ha visto que la opinión de tu padre y todo lo que tiene que ver con lo oriental te daban respeto, ¿crees que has conseguido quitarte esa espinita de que estuviera orgulloso de ti?

‘MasterChef’ me ha servido para conectar con esa parte que está tan presente en mí y que me atrevería a decir que es casi un 70% de quién es María Lo porque soy un calco de mi padre. Y el poder haber conectado esa parte asiática, el aceptarla y normalizarla porque nunca lo había normalizado antes es otro regalo que me ha hecho el programa.

¿Qué balance haces de tu paso por el programa?

El balance más claro es que si a mí me dijeran ahora que tengo que repetir ‘MasterChef’ yo me iba de cabeza. Ha sido la experiencia más chula que he vivido, que he disfrutado y he aprendido muchísimo. Creo que ha llegado en el momento perfecto de mi vida después de haber estado muchos años en terapia trabajando y descubriéndome a mí misma y aceptándome. Y ha llegado en el momento preciso de poder dedicarme a lo que más me apasiona.

Ahora que estamos más concienciados con la salud mental, ¿has sufrido la presión y estrés dentro del concurso?

Creo que es un programa muy serio, que son pruebas exigentes. Pero me he dado cuenta de que las exigencias al final nos las ponemos nosotros mismos. Yo soy muy exigente y en su día me metí caña, pero a mi ‘MasterChef’ me ha servido para que esa exigencia la regulase y aprendiese a convivir con esa otra parte que es la de aceptación y la de permitirse el error y aprender sobre ello.

Pese a la presión y el estrés del programa contáis con la ayuda de una psicóloga, ¿has tenido que acudir a ella para soportar la presión de las pruebas?

La verdad es que gracias a la terapia que hice yo durante cuatro años, de la parte que más orgullosa me siento es que yo misma he conseguido regularme dentro y he podido tener las herramientas para afrontar las pruebas que son complicadas pero son muy chulas de hacer.

Uno de los momentazos de la edición fue el reencuentro con tu exnovia, Teresa, ¿ha sido difícil llevarlo? ¿Sufriste al estar con ella y tu nueva pareja en la final?

Para nada. Para mí Teresa ha sido un regalo. Y mira que la relación no acabó bien, estuvimos cuatro años separadas. Ella en Madrid y yo en Barcelona, y no teníamos apenas contacto más que en fechas señaladas. Y de repente nos enteramos que las dos estamos en el casting final de ‘MasterChef’ y flipamos. Es heavy. Pero tuvimos una relación muy bonita que no funcionó, pero había mucho amor. Y cuando nos reencontramos en ‘MasterChef’ es como que salió toda la parte bonita a la luz y mira gracias a ello, tengo una relación maravillosa con ella. Yo tengo mi pareja, ella la suya y las cuatro nos llevamos genial. Y tener a Teresa en el programa para mí era un regalo porque al final era como estar en casa, tener a alguien conocida dentro al final ayuda.

¿Te dio miedo exponer tu vida en la televisión? ¿Cómo ves que ‘Masterchef’ apueste por explotar aspectos íntimos de todos los concursantes?

Totalmente. El único miedo que yo hubiese tenido es que yo no le hubiese dicho a mi padre antes de entrar que tenía pareja y que esa pareja era una chica, porque mi padre no sabía que a mi me gustan las mujeres. Pero como se lo dije antes de saber que podía entrar en el programa, una vez que hice eso era el único paso que tenía que dar para liberarme y sentirme cómoda con lo que soy y todo lo que me pueda ocurrir en mi pasado, mi presente. Y nunca tuve miedo de abrirme y contar mi experiencia la verdad.

Durante tu paso por el programa has podido visibilizar al colectivo LGTBIQ+, ¿crees que has contribuido a normalizar la diversidad en un programa de la cadena pública en prime-time?

La verdad que esto es algo que me enorgullece muchísimo. Yo en la vida me hubiese imaginado esto. Gracias a esa forma tan normal de normalizar mi orientación sexual en un medio como es la televisión, es flipante la cantidad de mensajes que recibo de chicos y chicas, de niños y niñas que han salido del armario gracias a haberse sentido identificados y haberme visto en la tele. Y por otro lado, gente que estaba fuera del armario pero que la familia no lo aceptaba mucho y familias que se sientan con esos hijos a ver ‘MasterChef’ y me han visto a mí y los padres han normalizado su situación. Para mí eso es un regalo.

Se acaba de celebrar el Orgullo, pero todavía hay gente y partidos políticos como Vox que están en contra de que se celebre, ¿Qué les dirías?

En lo político nunca he entrado, no es algo que entienda. Creo que cada uno es libre de expresar lo que siente. Y la celebración del Orgullo si hay gente que quiere contribuir a que se celebre y hay un movimiento importante es algo que se tiene que celebrar. Pero lo importante es la libertad de expresión.

Una de las cosas que no se ven de ‘MasterChef’ es la convivencia que tenéis entre vosotros durante todo el programa, ¿cómo has llevado el estar encerrada con tus compañeros?

La verdad es que lo he llevado muy bien porque soy una chica bastante fácil. Pero al final te están poniendo con 16 chicos y chicas que son cada uno de su padre y de su madre. Pero creo que hemos creado un grupo muy guay, éramos todos muy jóvenes, teníamos todos muy claro lo que queríamos hacer en el programa que era luchar por la cocina. Y hemos hecho un grupo muy guay que a día de hoy seguimos viéndonos y seguimos compartiendo todo lo que nos pasa. Y no ha habido ningún mal rollo.

En esta edición no ha habido muchos enfrentamientos, ¿pero quién ha sido el concursante que más os ha sacado de quicio?

Sí, quizás la que hace más ruido ha sido Patri, pero es lo más gracioso del mundo. Todos amamos a Patri. La verdad es que a nivel de mal rollo real no ha habido. Alguna vez si que hubo un malentendido en alguna prueba de exteriores pero como es normal. A mí me llamaban soberbia porque a alguno le mandé hacer algo, pero luego fuera de cámaras nos llevábamos muy bien y eso creo que es algo que ha traspasado a la televisión.

«Me enorgullece la cantidad de mensajes que recibo de niños y niñas que han salido del armario gracias a haberme visto en la tele»

¿Los jueces son tan duros como parece? ¿Cómo ha sido tu relación con cada uno de ellos fuera de cámaras?

Samantha, Pepe y Jordi son exigentes con nosotros mismos y cada semana son más exigentes. Pero yo personalmente he aprendido mucho de ellos, nunca me sentí atacada por ninguno y gracias a ellos he construido. No he sentido la presión y la dureza. Y aunque en pantalla no se refleja porque al final son jueces, pero teníamos una relación con ellos estupenda. Y es super guay.

El mayor premio de este programa es el Máster en el Basque Cullinary Center pero además también ganas 100.000 euros, ¿tienes ya pensado que vas a hacer con el dinero? ¿Y cuáles son tus planes de futuro?

Lo que más me gusta sin duda es el Master en el Basque Culinary Center porque mi sueño era estudiar cocina. El premio de 100.000 euros sin duda lo guardaré para mis futuros proyectos que ya iré contando poco a poco. Tengo una idea de delivery en Barcelona de platos que me identifican y por supuesto el futuro de María Lo es tener un restaurante.

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