La dura revelación de Jorge Fernández: «Tenía que haberme retirado de ‘La Ruleta de la Suerte'»

El presentador Jorge Fernández ha destapado ahora cómo lloraba antes de grabar ‘La Ruleta de la Suerte’ por su enfermedad

Jorge Fernández estuvo a punto de dejar ‘La ruleta de la suerte‘. El motivo no es otro que durante cinco años padeció dos enfermedades complicadas. Por un lado la subida de mercurio en la sangre y por otro, la enfermedad de Lyme, producida por la picadura de una garrapata. No obstante, el presentador del formato de Antena 3 lo llevó en oculto hasta que lo hizo público en el año 2020.

«Se me puso fatal el estómago, tuve muchas hinchazones. No llegaba la hora de que me curaran», explicó. Y es que el diagnóstico no fue nada fácil. Los médicos no daban con la enfermedad que tenía Jorge Fernández, lo que agravó el sufrimiento. «Tardaron mucho en diagnosticar qué tenía», lamentó. De hecho fue él mismo el que empezó a formarse para dar con su problema: «Empecé a estudiar fisiología, medicina, enfermedades relacionadas con el sistema inmune… y te das cuenta de que todo tiene que ver».

Ahora el presentador de ‘La ruleta de la suerte’ ha vuelto a pronunciarse al respecto en la revista Men’s Health. Ahí, ha recordado lo mal que lo pasó durante esa etapa de su vida. «Cada día me encontraba peor. Tres años es mucho tiempo viéndote mal, cada vez peor, sin que nadie dé con la tecla, sin que nadie sepa lo que tienes. No podía ni levantar un vaso. Me dolía todo. Mi cuerpo rechazaba hasta el agua. No podía verme en el espejo. Sentía un rechazo hacia mí mismo brutal», relata.

«Tenía que haberme retirado del programa. Estaba fatal, pero soy muy cabezón»

Ese infierno lo compaginó con sus labores de presentador en ‘La ruleta de la suerte’, algo de lo que ahora él se arrepiente. Para Jorge Fernández, grabar el programa no era tarea fácil. «Fue una época durísima. ¡Cuántas lágrimas he soltado antes de salir a grabar! Tenía que haberme retirado del programa. Estaba fatal, pero soy muy cabezón», se lamenta ahora.

«Esto no lo sabe nadie. Muchos días en el camerino, dos minutos antes de salir a grabar, me miraba al espejo, llamaba a la sastra y le decía con lágrimas en los ojos ‘cógeme un poquito más la camisa por aquí, joder, que he vuelto a adelgazar…’. Luego salía como podía, entraba a plató forzando la sonrisa y… ¡Bienvenidos a La Ruleta!'», sigue explicando.