Crítica de ‘La Casa de Papel: Corea’: Un remake interesante que se queda a medio gas con respecto a la original

La Casa de Papel Corea
Netflix

Netflix ha estrenado este viernes 24 de junio ‘La Casa de Papel: Corea’. Una nueva adaptación que peca de una falta alarmante de originalidad y de apuesta, más allá de replicar la serie española más exitosa a nivel mundial

‘La Casa de Papel’ se ha convertido, por méritos propios, en una de nuestras ficciones más reconocidas internacionalmente. Aunque comenzó su andadura en Antena 3 sin mucho éxito, fue su fichaje por Netflix lo que le dio el espaldarazo definitivo para que la serie traspasara todas las fronteras posibles. La ficción creada por Alex Pina se ha visto desde Estados Unidos hasta Japón, pasando por países como Polonia, donde se ha convertido en un auténtico fenómeno. Era cuestión de tiempo que, tras su anunciado final, llegaran propuestas de remakes. Y así nació ‘La Casa de Papel: Corea‘, que llega este mes de junio a Netflix.

El proyecto pintaba muy bien. De hecho, era muy ilusionante. Porque actualmente son los coreanos los que mejor controlan el tempo del thriller moderno. Han sabido darle una personalidad propia al género, y ahí tenemos ejemplos claros como ‘My Name‘ o incluso la famosa ‘El juego del calamar‘. Un equilibrio perfecto entre construcción de personajes, trama principal y denuncia social que ha calado en las audiencias de todo el mundo. Así que, ¿qué podría salir mal en un remake coreano de ‘La Casa de Papel’? Pues, al parecer, más cosas de las que pensábamos.

¿Falta de riesgo?

La sinopsis es similar a la serie original: el atraco a un banco, con una serie de personajes con nombres en clave, y un Profesor guiando todo en la sombra. Pero La Casa de Papel: Corea‘ tiene una vuelta de tuerca, y es que todo se desarrolla en una distopía con la reunificación de las dos Coreas. Interesante, ¿no? Un muy buen punto de partida. El problema principal es que se queda en eso, en un buen punto de partida que, de haber sido desarrollado más, habría dado un aire diferente a la serie.

Este remake bebe tanto del original que, por momentos, parece que estemos viendo la misma serie. ¿Recordáis la ‘Psicosis’ de Gus Van Sant? Algo parecido ocurre con ‘La Casa de Papel: Corea’, en la que se siente continuamente una falta alarmante de originalidad y de apuesta más allá de replicar la famosa serie. Sí, existe la máxima de «si algo funciona, no lo toques», pero lo llevan demasiado lejos y claro, por el camino, se dejan todo lo que podría haber hecho de este remake algo interesante.

Un reparto estelar

Es cierto que el reparto cumple con creces. Al final, la escuela coreana de interpretación es bastante diferente a la occidental, pero tiene otro tipo de matices que la hacen única. Park Hae-soo, al que conocimos en ‘El juego del calamar’, toma el relevo de Jaime Lorente como Berlín. Y aunque es un actor muy solvente, se pierde tratando de replicar la actuación del actor español. Sí, la serie se ha rodeado de caras conocidas para el público internacional, como Yunjin Kim, a la que recordamos por ‘Perdidos’; a Yoo Ji-tae, de la maravillosa ‘Old Boy’; o a Park Myung-hoon, de la oscarizada ‘Parásitos’. Todos están bien, pero el problema principal es su construcción.

Porque lo que más falla en este remake de ‘La Casa de Papel’ es el guión, bastante pobre y poco ambicioso. Sus diálogos son muy expositivos y a veces, hasta ridículos. Y si los personajes no tienen buenas frases sobre las que asentarse, el producto se resiente. Es una verdadera pena que, con una premisa tan interesante como es un atraco a gran escala durante la reunificación de Corea, no se aproveche este tema en absoluto, que podría haber dado para un sinfín de situaciones novedosas. 

Al igual que el trasfondo de los personajes. En este remake, hay mucha menos presencia de flashbacks, y aportan más bien poco a la historia. Al final la serie solo juega con ver lo que va pasando al minuto siguiente, más que intentar crear empatía con los personajes y con su pasado.

De comparar nunca sale nada bueno

Pero no todo es malo en este remake creado por Kim Hong-seon. A la actuación del reparto se une un montaje vertiginoso y buenas escenas de acción. Además de un muy buen acabado visual, con planos increíbles, sobre todo gracias a su dirección de fotografía. Al final, ‘La Casa de Papel: Corea’ palidece si la comparamos con el producto original. Y claro, las comparaciones son odiosas. Pero si la gente se acerca a ella sin haber visto la ficción española, van a pasar un muy buen rato en una historia sin pretensiones y muy entretenida. Y si además sirve para que llegue nuevo público a la versión española, ‘La Casa de Papel: Corea’ habrá merecido la pena.

Hay giros diferentes a la serie original, y siempre se agradece cuando encontramos un cambio significativo. Y es en esos momentos cuando ‘La Casa de Papel: Corea’ luce más. Pueden ser giros acertados o no, pero al menos trata de buscar su propio camino. El problema es que lo hace muy poco. Quién sabe si, en una posible segunda temporada, opte por desmarcarse más…

Quizá este remake sea el primero de muchos por parte de la ficción coreana de otras producciones occidentales. Su manejo en los thrillers y en los k-dramas es de admirar, y también servirá este proyecto para su ficción tenga cada vez más adeptos. Muy merecidos, hay que admitirlo.

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