Ana Rosa, la baza de Telecinco para reflotar sus tardes en septiembre con su expectante regreso

¿Y si la reincorporación de Ana Rosa Quintana no fuera para ‘El programa de AR’? ¿Y si retornara después de casi un año para ponerse a los mandos de un formato vespertino?

A punto de cumplirse 24 años del estreno de ‘Sabor a ti’, rememoramos un programa emblemático que se abrió un gran hueco en la antología de la televisión. El presente artículo no es una efeméride casual; encierra una finalidad que descubrirán con paciencia a lo largo de las próximas líneas. El formato, que permaneció en emisión hasta 2004 en Antena 3 con Ana Rosa Quintana como maestra de ceremonias, vino a auspiciar el género del talk show vespertino del que ahora adolecemos. En él tenían cabida tertulias, concursos, entrevistas, reportajes, actuaciones, actualidad social y muy variopintos testimonios.

El rendimiento fue extraordinario en sus primeros años. Incluso arrollador. Sin embargo, en la última temporada jugó en contra un desgaste irreversible que le abocó a la guillotina. Promedió un 18,4% de share y 1,7 millones de espectadores. Para la televisión actual y dado el éxodo de la audiencia hacia las plataformas y el pago, son datos desde luego para festejar. Algo así como la panacea. Pero en aquella época, tan solo situarse por debajo de la barrera psicológica del 20%, era razón de más para que la preocupación embargara a los directivos y, por consiguiente, se determinara la cancelación inminente.

Así, ‘Sabor a ti’ culminó su periplo el 15 de julio de 2004 y Ana Rosa se despidió para siempre de las tardes hasta que, un año después, fue reclutada por Telecinco para ponerse al frente del matinal ‘El programa de AR’. Desde entonces, la popular periodista se ha mantenido imperturbable en audiencias curso tras curso televisivo; conservando una incorruptible hegemonía de forma ininterrumpida y ganándose el título de ‘reina de las mañanas’. El público soberano le ha otorgado un espaldarazo sin ambages cada año.

Y buena prueba de ello es que, a diferencia de lo que suele suceder con los formatos que suman tanto tiempo en pantalla, no ha manifestado síntoma alguno de desgaste o decaimiento. Sin ir más lejos, la pasada temporada alcanzó la cuota más alta de los últimos seis años, se encumbró con el mejor target comercial del day time y cerró con una ventaja abismal sobre Antena 3 desde el año 2007 con hasta 15 puntos porcentuales.

Un seguimiento masivo que pone de relieve por ende que la ausencia de Ana Rosa Quintana por culpa del cáncer no ha podido pasar inadvertida y que probablemente haya sido muy sufrida por el sector de la audiencia más devoto. La presentadora se veía forzada a poner un punto y aparte a su carrera el pasado 2 de noviembre para someterse a un tratamiento intenso que requería salir del frenetismo y la vorágine mediática y que le obligaba a delegar y dar un paso a un lado temporalmente. Una retirada contra toda voluntad que por fin tiene fecha de caducidad.

A falta de una confirmación oficial, todo parece indicar que su regreso se producirá en septiembre con el arranque de la nueva temporada televisiva. Sobra decir que la expectación de su vuelta es máxima. Pero ¿y si su reincorporación no fuera para ‘El programa de AR’? ¿Y si retornara después de casi un año apartada para ponerse a los mandos de otro formato? Telecinco se halla en una crisis de audiencia con muy pocos precedentes y no tiene más remedio que acometer importantes cambios estructurales en su parrilla después de verano si quiere volver a recuperar el reinado como la tele más vista en España.

Pese a la marcha de Ana Rosa y pese a haberse convertido en una especie de programa de autor con su sello e impronta; el matinal ha logrado preservar unos resultados boyantes -muy por encima de su competencia directa- con Ana Terradillos y Patricia Pardo como sustitutas. Además, las mañanas continúan siendo de la cadena de Mediaset con bastante holgura y no suscitan preocupación. Sin embargo, en la cruz de la moneda se encuentran las tardes. La debilidad de ‘Sálvame’ y la espada de Damocles que es ‘Tierra Amarga’ en A3 ha empujado a encender el semáforo rojo.

Mucho se ha agitado el fantasma de la cancelación del programa de La Fábrica de la Tele en estos meses. Hemos desayunado durante semanas con titulares de esa guisa. Y, aunque no es algo que a priori parezca contemplar Telecinco, pues cualquier otra apuesta podría ser aún más arriesgada e incluso resultar fatal, no sería descabellado reducir su tramo horario y compaginar ‘el cortijo’ de Jorge Javier Vázquez con un talk show con Quintana aprovechando el efecto que puede despertar su expectante regreso. Una idea, a nuestro juicio, interesante que tiene muchos ingredientes para sumar a la tele.

En primer lugar, supone la resurrección de un género que parece demodé y del que estamos huérfanos en el ámbito generalista desde hace lustros. En segundo lugar, diversificaría muy positivamente la programación verpertina de Tele5 -encallada desde hace 13 años- con dos ventanas diferentes en directo. Y en tercer lugar, permitiría dotar de agilidad a la franja sin tiempos muertos y sin que al telespectador le nuble la sensación de estar viendo un relleno estéril como viene sucediendo con ‘Sálvame’ ante su pobreza de contenidos. Todo ello, aderezado con la garantía de excelencia de Ana Rosa, podría ser el plato perfecto para servirlo al público y recuperar el feudo de las tardes.

Ahora, comprenderán por qué este artículo comenzaba recordando una referencia de ese género como ‘Sabor a ti’. No significa sin embargo ni su regreso ni un calco de lo que fue, sino una inspiración para componer un formato que contenga la claves exactas para disputarse un target heterogéneo y transversal, pero con el foco puesto sobre todo en ese segmento mayor que ha huido. Este perfil era otro gran bastión de Telecinco hasta hace poco, pero la irrupción de las novelas turcas en Antena 3 marcaron un punto de inflexión y se lo arrebataron.

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