La súplica desesperada de Lydia Lozano ante el muy mal rato que ha vivido: «Estoy muy mareada»

La colaboradora de ‘Sálvame’, Lydia Lozano, ha sido una de las protagonistas del último programa ‘Los miedos de…’ en Cuatro, enfrentándose a su mayor miedo.

‘Los miedos de’ ha emitido una nueva entrega en las noches de Cuatro que ha tenido a Lydia Lozano como principal invitada. La colaboradora de ‘Sálvame’ ha acudido al espacio para hacer frente a uno de sus mayores temores. En concreto, la periodista ha confesado su miedo a las agujas.

Antes de someterse a una sesión de acupuntura, una técnica que utiliza agujas para tratar a los pacientes, Lydia confesaba el que creía que se trataba del origen de sus temores. Al parecer, la colaboradora acudió a urgencias tras un grave accidente de tráfico en el que falleció su acompañante y ella terminó con «la cabeza dentro del motor». Una vez llegó a urgencias, le tuvieron que pinchar sin anestesia. Un traumático recuerdo que ha recordado al borde del llanto: «El momento del quirófano, cuando llegué a urgencias, lo tengo un poco trauma porque me quitaron los cristales de golpe, vi como esa aguja entraba sin anestesia en la nariz, sin nada hasta que me desmayé».

Las agujas no es el único miedo de Lydia Lozano, sino que también lo son los hospitales y las operaciones en sí. Esto le supone a la tertuliana un mal trago cada vez que va a hacerse revisiones médicas y confiesa no haberse sometido a ningún retoque estético precisamente por ese miedo. «Hace tres años que no me hago una revisión en el ginecólogo. Sé que es una barbaridad. Me mandan mensajes hasta de la Comunidad de Madrid recordándomelo y no lo hago porque me da miedo», ha recordado.

De vuelta a la prueba que le tenía organizada el programa, la protagonista de la entrega confesó el mal rato que estaba pasando: «estaba muy nerviosa, agarrotada, las piernas me temblaban». Así pues, no dudó en interrumpir la labor de la profesional quejándose de su estado. «No puedo ni hablar. Estoy muy mareada», repitió en un par de ocasiones hasta que no pudo contenerse. «Por favor Patricia te lo pido, no me pinches más. Me estoy llevando un soponcio, no me pinches más, por favor, vamos a dejarlo».

Finalmente, Lydia Lozano terminó diciendo: «me he sentido malestar, temblor, tengo la boca seca, ganas de vomitar, una experiencia muy chunga». Por su parte, la profesional dedicada a la acupuntura compartió su experiencia. «Nunca me había enfrentado a una persona así en la vida, es un miedo como nunca he visto».