Jorge Javier pregona ahora la mancha que va a pesar sobre Rocío Carrasco imposible de superar

Jorge Javier Vázquez, gran defensor de Rocío Carrasco, ha lamentado «la mancha» con la que tendrá que cargar siempre la hija de Rocío Jurado

Jorge Javier Vázquez se convirtió desde que empezara a emitirse la docuserie de Rocío Carrasco, en uno de sus máximos defensores. Por eso, el presentador de ‘Sálvame’ lamenta que la hija de Rocío Jurado tenga que cargar con una importante losa, que no es otra que el haber estado casada con Antonio David Flores.

Jorge Javier también ha salido en defensa de Marta Riesco. La joven pasaba hace apenas unos meses de ser reportera de ‘El programa de Ana Rosa’ a convertirse en personaje público tras confirmarse su relación con Antonio David Flores. La periodista ha tenido que hacer frente a numerosas críticas y, aunque ella insiste en que no quiere ser famosa, muchos de sus compañeros aseguran que su deseo siempre fue ser el centro de atención.

Sobre este asunto se ha hablado este lunes, 14 de marzo, en ‘Sálvame’. La mayoría de los colaboradores coinciden en que Marta puede presumir de una trayectoria periodística intachable. Es más, la única «macha» que Jorge Javier ha encontrado en la vida de la reportera es precisamente su relación con ‘el Penas’, como el presentador llama al padre de Rocío Flores.

Jorge cree que Antonio David «también es una mancha en la vida de Rocío»

Además, el catalán considera que el malagueño «también es una mancha en la vida de Rocío Carrasco», debido a todo lo que contó ésta en ‘Rocío: contar la verdad para seguir viva’, donde relató con pelos y señales los malos tratos físicos y psicológicos que sufrió a manos del padre de sus hijos durante el tiempo que estuvieron casados.

La propia Rocío Carrasco ha reconocido en más de una ocasión su profundo arrepentimiento por haberse emparejado con Antonio David. Así como de haber hecho sufrir a sus padres tras marcharse de casa con 17 años para vivir con el malagueño. Tal mal recuerdo guarda del padre de sus hijos que jamás le llama por su nombre y se refiere a él como ‘El Ser’ o ‘diabólico’.