El motivo que encierra la irrupción de Oriana Marzoli en ‘Ya son las ocho’ por sorpresa

Oriana Marzoli reapareció en ‘Ya son las ocho’ por sorpresa tras haberse sometido a una nueva operación de aumento de pecho y se ha sentado con un propósito.

Oriana Marzoli ha comenzado el 2022 con polémica. La influencer ha publicado en su cuenta de Instagram un sorteo que no ha dejado a nadie indiferente. El premio no es otra cosa que un aumento de pechos. En menos de 24 horas, la publicación ya tenía 20.000 comentarios, la mayoría de ellos criticando la iniciativa. El número de críticas fue tal que la propia red social tuvo que borrar la publicación.La venezolana ha visitado este jueves, 20 de enero, ‘Ya son las ocho‘ para defenderse de las críticas recibidas.

«Me borraron la foto por hacer un sorteo con la intención de hacer feliz a alguna chica que tuviese complejos con su pecho», explica. Y es que, según cuenta Oriana, «yo antes de irme a México estaba super contenta con el resultado de esta operación. Es la tercera, porque en la segunda quería aumentar el pecho y me quedaron bastante mal».

«Me creó un complejo porque se me creo un seroma, tuve que entrar a la semana siguiente a drenarme líquido. Tuve que operarme en seis meses en esta tercera y estaba tan contenta que quise hacer el sorteo porque entendía mucho a las chicas que habían pasado por algo parecido». Por eso, su intención, asegura que era buena.

Oriana está acudiendo a terapia para gestionar la ansiedad

En los últimos meses, la exconcursante de ‘Supervivientes’ ha tenido que hacer frente a una serie de contratiempos. El principal de ellos, sus problemas de salud mental. El pasado mes de octubre, la joven confesó a través de su canal de Mtmad que desde hace tiempo tiene muchas dificultades a la hora de lidiar contra el estrés. Motivo por el cual, lleva tres años en tratamiento psicológico.

«Mi problema es que no sé gestionar el estrés. No soporto la incompetencia de la gente, pero ni de la gente ni la mía. Normalmente soy una persona que hace las cosas rápido y del tirón, y cuando no me sale, o la gente no puede dar el cien por cien de sí misma, me estreso, me agobio y me pongo de mala hostia», reconoce Oriana.

Afortunadamente, la terapia le ha ayudado mucho a hacer frente a la angustia y a la ansiedad: «Es un problema que todavía estoy tratando en terapia a día de hoy y tengo que aprender a ser más paciente y más tolerante. Entender que no existe la perfección, ni en la gente ni en mí».