La audiencia ha criticado el caos, la lucha de egos y la desvirtualización de la entrevista a Rocío Carrasco en Telecinco con Jorge Javier y Carlota Corredera.
La expectación por la entrevista en directo a Rocío Carrasco en Telecinco era máxima y se preveía como todo un acontecimiento televisivo; por lo que significaba que Rocío se sentara por primera vez en 20 años a hablar de su historia en un plató de televisión con Jorge Javier Vázquez y Carlota Corredera como moderadores.
Una entrevista histórica con la que la protagonista hacía un parón de su serie documental para Mediaset con el objetivo, y así lo adelantó hace una semana, de aclarar todos esos puntos que han suscitado muchas dudas a raíz de los siete primeros episodios. Y que han sido objeto de debate durante largas horas en programas de televisión desde que la docuserie se encuentra en emisión.
El llamamiento desesperado de su hija Rocío Flores desde ‘El programa de Ana Rosa’ el pasado viernes, ese infierno en el silencio que vivió con Antonio David Flores y el intento de suicidio en 2019, tan cuestionado en las últimas semanas, pretendían convertirse en el eje vertebral de la reaparición de Rocío en directo en Mediaset.
Sin embargo, pese a que el arranque del programa ha sido potente, muy conmovedor con la interpretación además de Blas Cantó, finalmente ha ido perdiendo ritmo de una forma notable al tiempo que se advertía un desorden en la organización y en el guion. Como si nadie fuera al mando y todo estuviera totalmente improvisado. Es cierto que la protagonista ha respondido a su hija y ha profundizado en el impactante episodio que se produjo el 27 de julio de 2012 cuando llegó el día en el que dejó de tener relación con ella.
Precisamente ahí ha relatado la paliza que sufrió por parte de su hija. Una agresión por la que fue condenada con 15 años a una libertad vigilada. No obstante, a partir de ahí, la entrevista ha ido perdiendo fuelle con la intervención cada vez más descontrolada de los colaboradores presentes en el estudio en un intento de convertirse también en protagonistas. Fundamentalmente María Patiño y Marc Giró, que han mantenido un tenso encontronazo en un momento dado de la charla.
Por otro lado, la irrupción en directo por sorpresa de Fidel Albiac, que por supuesto es otro hito televisivo, ha propiciado que la atención se volviese a descentrar de Rocío Carrasco: la verdadera protagonista de la noche. Más aún cuando ha empezado un enésimo choque entre Patiño y Fidel a cuenta de pleitos judiciales del pasado que nada tienen que ver con la serie documental.
También las continuas interrupciones de Jorge Javier, no solo a los colaboradores y a Carlota, sino también incluso a la propia Rocío cuando trataba de explayarse sobre algunas de las cuestiones más controvertidas; han sido muy señaladas. Al considerar que el catalán le estaba restando así seriedad, sosiego y ritmo a la entrevista por un «ejercicio de egolatría inédito» y protagonismo. Una lucha de egos que del mismo modo se iba advirtiendo en los tertulianos que han participado en el especial.
Todos estos elementos han sido el caldo de cultivo para que el público que ha sintonizado este miércoles con la entrega ‘Rocío: contar la verdad para seguir viva’ haya dado un veredicto bastante negativo. Todo como balance a lo que se preveía como una noche histórica en Telecinco que ha acabado desvirtualizada y a medio gas por una mala planificación en los bloques y los tiempos y por una ausencia de hilo conductor.
«Una pena lo mal que se ha planteado la entrevista»
«Nunca he visto tan mal a Jorge Javier en una entrevista»
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