Crónica de la gala 9 de ‘La Isla de Las Tentaciones 3’ con la expulsión de tres tentadores (entre ellos Simone) y las hogueras de concursantes y tentadores con una guinda final.
Semana de doble gala de ‘La Isla de las Tentaciones 3‘. Y esta primera, totalmente innovadora, ya que no habíamos visualizado nunca a los tentadores y tentadoras enfrentarse a los novios o novias «oficiales». En primer lugar, felicitar a Mediaset por su decisión tan firme, rápida y clara de quitar todas las imágenes de Carlos Algora del programa después de ser detenido por presunto abuso sexual. Porque, aunque ahora va a ser difícil saber y entender como acaba esta trama, se agradece y es digno de aplaudir que no den ni un minuto de pantalla a este chico mientras no sepamos si es verdad o no de lo que se acusa, que no puede ser algo más horrible.
Antes de llegar a estas hogueras en la gala 9, hemos podido ver las eliminaciones de algunos tentadores. Los chicos solo tenían que eliminar a una, y no dos, ya que Fiama abandonó el reality con Manuel. Escogen que abandone Nahia. Ninguna sorpresa. La vimos muchos al principio, pero ahora ni siquiera sabíamos de su existencia. La decisión de las chicas ha sido más polémica.
Las chicas sí que tenían que expulsar a dos tentadores. Su primera decisión, Javi, un chico que parece muy majo, que siempre vemos bailando y riendo, pero nunca lo hemos visto haciendo nada más allá en el reality.
La segunda decisión ha sido la polémica. Las chicas, sobre todo Lola, han decidido expulsar a Simone. Simone, sí. Un gran protagonista de la isla durante varias semanas, justamente con Lola, pero con el cambio de rumbo de ella, ahora ya pasaba desapercibido. Las otras chicas (Lara, Claudia y Marina) no querían que se fuera, pero parece ser que Lola, al argumentar que era una relación tensa y que él estaba incómodo, cosa que también sería lógica, ha decido expulsarlo. La sorpresa ha sido cuando Lola se ha sentido ofendida y ha vuelto a ser una liante al reprocharle a sus amigas que no le han apoyado. Cuando Simone ha sabido de su decisión ha dicho que «Lola le daba igual» y ella, parece ser, que ahí esperaba que sus compañeras saltaran. Pero como bien han dicho ellas, sobre todo Marina, no iban a saltar por un tema que no les toca y, además, cuando pueden entender perfectamente la actitud de Simone. Porque Simone, recordemos, no solo estaba dolido con Lola, si no que sobre todo su «dolor» era con su amigo Carlos, que lo que había traicionado al liarse con la chica con la que él «estaba».
Llegamos a las hogueras. Tanto ellos como ellas no tardan en darse cuenta de que no hay tablet. Algún inocente, como Hugo, piensa que a lo mejor es que van a poder ver a sus novias. Pero no, se avecina terremoto.
Empezamos con las chicas, la primera en llegar Carla, para enfrentarse con Lola. Yo siempre critico a Lola, porque creo que realmente es una lianta profesional, pero he de reconocer que ayer, la aplaudí. Porque las tentadoras, en este caso Carla, iban a machacar, juzgando algo que a ellas ni les va ni les viene. Habla de tu relación con Diego, habla de lo que sientes, pero no juzgues a la novia, con una frialdad tremenda, como si tú no hubieras entrado a ese concurso a intentar que los chicos sean infieles. Los novios y las novias tenían derecho a hacer tres preguntas, y la verdad es que la mayoría lo aprovecharon muy bien. Lola le preguntó si creía que Diego habría tenido algo con ella (Carla) si ella (Lola) no hubiera caído en la tentación. La respuesta es clara: no. Pero la pregunta más clara fue la tercera: ¿te mudarías a Cantabria o a León por Diego?, y la respuesta es todavía más clara: no. Lola tiene claro que él tampoco se movería a Barcelona, de donde es ella, así que poco futuro se les ve.
Las tentadoras que vinieron a enfrentarse a Lara y Claudia, venían un poco del mismo «palo». Es decir, haciendo ver que tenían un tonteo maravilloso con los novios (cuando es totalmente mentira) e incluso diciendo alguna que otra mentira descarada como «que Hugo no echa de menos a Lara». Las chicas, las novias, estuvieron muy bien en todo momento y me alegro de que Claudia hiciera la pregunta de «¿Crees que Raúl se va a ir conmigo en la hoguera final?»; y por suerte, ahí la tentadora fue sincera y contestó un rotundo: sí. Ojalá sea verdad y sea así.
Unos de los platos estrella era el encuentro de Stefany y Marina. Y he decir que claramente Marina se comió con patatas a la tentadora. Lo de Jesús y Stefany no se lo cree nadie, el lenguaje corporal habla y eso es más falso que un billete de treinta. Marina, incluso poniéndose en pie, le aclara que ella no tiene que juzgar a nadie, que ella nunca dijo que estaba enamorada, que en su relación había problemas y que aquí se está liberando y sintiendo. Stefany intentaba atacar con argumentos de «tener más o menos valores», pero una vez más Marina, la deja callada.
El caso de los chicos, por motivos que todos sabemos, no comentaremos el encuentro de Carlos y Diego. Pasamos a Hugo, que el pobre se pensaba que iba a ver a su novia y a quien ha visto es a Rubén. Porque el programa no tenía «tentador favorito» de Lara, y se han sacado de la manga a Rubén, con quien ha tenido dos palabras y ninguna cita. ¿Cogido con pinzas? Totalmente. Pero Rubén tiene tablas, y algo nos ha dado. Aunque no le soporto con esa seguridad de tener la verdad absoluta y ser el sabio de la isla dando lecciones de vida y comportamiento. Si que nos ha servido para saber que Hugo no sabe a quién quiere más: Si a su perra, su cabra o a Lara. Él no sabe escoger, la cabra estaba antes que Lara, no se quiere mojar, y cree que pueden ser felices todos juntos. No sé si reírme o asombrarme aún. Hemos sabido eso y que es muy celosa, como su novia, pero a él, le flipa que sea así.
Raúl también se ha encontrado con Toni, que, para no desentonar, también ha llegado con ese toque chulesco. A Raúl le han dado los mil tics, rascándose el pelo y con voz nerviosa, pero ha aguantado muy bien el tipo. Aunque Toni le ha hecho dudar de que Claudia quiera irse con él, Raúl se ha mantenido fuerte asegurando que aunque puede tener dudas, tiene «pocas».
Nos quedamos con lo que sí es la guinda del pastel, pero que veremos en la siguiente gala: llega Isaac a la hoguera para enfrentarse a Jesús. Tan chulo (y mira que me cae bien) que Jesús se muerde el labio sin parar. Su primera frase: «Alegrad la cara chicos, que ya está aquí papá». Cuidado, cuidado. Que este viene a dar mucha guerra. Muchas ganas de verlo, desde luego.
Y atención al cebo de la siguiente gala, porque me quedo con una trama muy concreta: Una tentadora da un giro radical y empieza a tontear descaradamente con Jesús, mientras vemos a una Stefany destrozada (todo de mentira, no le cae ni una lágrima) tirada en el suelo. Desde luego, no se puede decir que la recta final no vaya a ser emocionante.
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