Crítica de ‘El Desafío’: Un ‘¿Qué apostamos?’ con el sello de ‘El Hormiguero’

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Analizamos los pilares de la nueva apuesta de Antena 3 para la noche de los viernes, un show frío pero entretenido con algunos retos ya vistos por el público

Enero, como suele ser habitual, está repleto de estrenos y de nuevas apuestas televisivas para encarar los primeros meses del año. En tiempos de Covid, se agradece el esfuerzo de las cadenas para ofrecer al espectador programas y espacios de entretenimiento que nos haga escapar de la cruda realidad.

Es el caso de Antena 3. La cadena mayor de Atresmedia estrena ‘El Desafío‘, un programa en el que 8 famosos tendrán que enfrentarse a sorprendentes retos que dejen sin aliento al espectador.

Presentado por Roberto Leal, ‘El Desafío’ nace bajo la marca de 7 y Acción, la productora de ‘El Hormiguero’. De hecho, se trata de una prolongación de la sección que Pilar Rubio tiene en el exitoso programa desde hace varias temporadas. Si echamos la vista atrás, bien nos puede recordar al mítico ‘¿Qué apostamos?’ (TVE) o, más recientemente, ‘Factor Miedo’ o ‘Increíbles’ (Antena 3), con el matiz de que en esta ocasión los concursantes son caras conocidas.

El estreno se enfrenta al regreso de ‘Got Talent’, por lo que si cualquier programa se juega mucho en su primera emisión, esta vez, se juega el doble debido a la dura competencia.

¿Qué es lo mejor y lo peor de El Desafío? Lo analizamos

  • El sello del Hormiguero: Producido por 7 y Acción, el sello de ‘El Hormiguero’ está presente, especialmente reflejado en las caras conocidas que comparten: Juan del Val, Tamara Falcó, Jandro y la visita del propio Pablo Motos. Y eso, en parte, es perjudicial. El programa carece de personalidad y da la sensación que estamos ante una versión extendida de ‘El Hormiguero, con sus matices.
  • Su espectacularidad: Un programa de estas características debe brillar por lo sorprendente de su contenido, especialmente en su estreno. Aunque determinadas pruebas no suscitan una elevada espectacularidad, sí se genera una cierta tensión en el espectador ante lo que está presenciando. Un punto siempre positivo al hacer partícipe al público desde casa. Lo que no sorprende, sin embargo, es el plató. Un lugar grande, sí, frío y oscuro, muy en la línea de la vestimenta de los concursantes
  • Las pruebas: Algo esencial para lograr ese grado de espectacularidad del que hablamos. Algunas sorprendentes, otras no tanto. Lo peor es que algunas ya las hemos visto con Pilar Rubio en ‘El Hormiguero’, por lo que no transmite sensación de novedad.
  • El presentador: Roberto Leal es un gran sí. Un lujo ver a alguien que se lo pasa bien, que disfruta haciendo lo que hace y que contagia su alegría al espectador. Su naturalidad y espontaneidad lo convierte en uno de los platos fuertes de este programa. Un gran buque con un capitán de excepción al timón.
  • Concursantes: Para el gusto de todos. Siempre habrá famosos que conecten más con el espectador que otros. Lo positivo del casting de esta primera edición reside en que no estamos acostumbrados a verle en concursos de televisión, al menos no a la mayoría.
  • La Música: Aunque no lo parezca, la música de un programa también importa en su presentación al gran público. Es destacable la música elegida para ‘El Desafío’, con acordes parecidos a ‘Misión Imposible’, muy en sintonía con el espíritu del espacio. Sobra, no obstante, su uso constante y su alto volumen. Llega a molestar. Y hablando de música, no podemos dejar atrás la intervención de la Film Symphony Orchestra. Maravilloso siempre escuchar sus interpretaciones, algo que le aporta al programa ese grado de sorpresa del que hablamos antes.
  • Jurado: Prescindible, aunque no del todo. Tiene su papel crucial a la hora de las votaciones en la parte final del programa, pero a lo largo del mismo está como ausente. La falta de química entre Juan del Val, Tamara Falcó y Santiago Segura, al menos en el plató, lo convierte en un jurado frío sin personalidad aparente. Nada que ver con el de otros espacios como, por ejemplo, ‘Tu cara me suena’.
  • El comienzo: Sin duda, el gran error del estreno. Tres cortes publicitarios en los primeros quince minutos es un gran no. Ello, unido a una presentación excesivamente larga de los concursantes y del jurado, le ha quitado dinamismo al formato y ha invitado al espectador a hacer zapping. Un punto, esto último, tremendamente negativo para el estreno de cualquier programa
  • La Publicidad: A pesar de haber tenido tres cortes publicitarios en los primeros quince minutos, el resto del programa no ha contado con ningún tipo de interrupción. Finalizando a las 00:34, no ha habido publicidad desde las 22:15. Un detalle muy destacable que casi con total seguridad irá variando conforme vayan pasando las semanas.

‘El Desafío’ es, por tanto, una buena apuesta para una televisión familiar como Antena 3 que ha hecho del entretenimiento uno de sus buques insignias esta temporada. Le faltan retos más efectistas, que no hayamos visto antes en otros programas, y le sobra un jurado que parece no tener química entre ellos. Unos puntos a pulir de cara a próximos programas.

Lo difícil no es llegar, que también, sino mantenerse. La auténtica prueba de fuego, que de eso saben en este programa, será la semana próxima. Entonces se reflejará si ha logrado o no conquistar al público. Al menos cumple su objetivo, entretener, que es lo que al fin y al cabo el espectador busca un viernes noche en televisión.

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