Himar González, meteoróloga de Antena 3, confiesa que ha estado a punto de morir por su enfermedad

Himar González causó gran preocupación al permanecer 11 días ingresada en el hospital, por una patología de la que ahora da todos los detalles

Himar González, la presentadora de ‘El Tiempo’ de Antena 3 ha hablado por primera vez de la enfermedad que la llevó a estar hospitalizada durante 11 días y que alarmó mucho a sus seguidores.

La meteoróloga compartió en su Instagram una fotografía desde el hospital, y, aunque no dio detalles sobre el motivo de su ingreso, sí aclaró que se debía a una patología no relacionada con la covid-19. Ahora, ha explicado que sus problemas de salud se debían a una bacteria que le provocó una «infección interna muy grave» que acabó pasando a la sangre y que podría haber provocado su muerte.

«Afortunadamente, lo pillamos a tiempo. Porque uno o dos días más tarde, tal y como me dijeron, ya no estaría aquí», ha dicho González en una entrevista concedida a ‘¡Hola!’.

Asimismo, ha recalcado que «las enfermedades silenciosas son las peores, porque cuando te comienzas a dar cuenta, puede ser tarde», ha explicado la presentadora, que recuerda que comenzó a encontrarse mal durante su jornada dominical en Antena 3.

«No imaginaba que la noticia fuera a causar tanto impacto»

«El lunes ya amanecía con 40 de fiebre. Llamé a Antena 3 siguiendo ekl protocolo de empresa anti Covid. Sobre la marcha, y con todas las medidas de seguridad aplicadas, me hicieron el test y salió negativo. No conseguía bajar la fiebre con nada. Además, venía acompañada de muchos temblores y dolores fuertes. Tras 24 horas sin conseguir que la fiebre bajara de los 40, ingresé en urgencias y ya allí tras realizarme exhaustiva y rápidamente todas las pruebas pertinentes, quedé ingresada en planta 11 días más», relata.

Himar reconoce que «no imaginaba que la noticia fuera a causar tanto impacto. Me han escrito desde pequeños hasta mayores. Cada uno de los miles de mensajes recibidos han sido especiales para mí. Palabras que envolvían mucho afecto, cariño, positividad, alegría, fuerzas… Dormía muy poco en mis noches de hospital y los iba leyendo en esos ratos de soledad y cuando el malestar me lo permitía».