Kiko Hernández destapa un episodio del marido de Lydia Lozano que abre un cisma en su relación

A Lydia Lozano le sentó muy mal que Kiko Hernández sacara a la luz una anécdota personal de su marido Charly.

Si hay algo que Lydia Lozano lleva mal es que la toquen a su marido, Charly. Por eso este jueves, la colaboradora de ‘Sálvame’ se mostró muy molesta con Kiko Hernández por compartir una confidencia personal sobre él.

Aunque Lydia le pidió en varias ocasiones a su compañero que no lo contase: «No me da la gana, no quiero que se cuente», Kiko, que lleva unos días ejerciendo de presentador de ‘Sálvame’, le hizo caso omiso y lo acabó desvelando.

«Di otra persona», le suplicaba la periodista, que no quería que se nombrase a su marido en el programa. Entre risas, Kiko contó la historia. «Lydia Lozano se fue a cenar con su marido y saben que por el tema del covid toman la temperatura a todo el mundo que entra en un restaurante… Se acercan y toman la temperatura a Lydia en la frente y 36.3º, pero se acercan a Charly y les dice… ‘A mí no me tomen la temperatura en la frente, a mí en la mano porque me queman las neuronas'», rebelaba el presentador, entre carcajadas.

Las palabras de Charly crean controversia entre los colaboradores de ‘Sálvame’

Mientras su compañero contaba la historia, la cara de Lydia era un poema. Gema López, por su parte, echaba más leña al fuego: «La verdad que yo no entiendo cómo te va a quemar las neuronas». Finalmente, Lydia, harta de las risas de sus compañeros, ha defendido la actitud de su marido, justificando que salió publicado en prensa.

Para salir de dudas, Kiko Hernández llamó en directo al doctor y colaborador del programa Sánchez Martos, quien negaba tajantemente las palabras de Charly. «No afecta para nada».

Según el doctor, se trata de un simple «bulo»: «No quema las neuronas, se la tomamos a los bebés y a los recién nacidos sin ningún problema. No afecta a nadie, para nada». Lydia se ofreció a mandarle el artículo donde había aparecido, pero luego rectificó, muy enfadada: «No voy a mandar nada», sentenció.

«Que me dejéis en paz. Cada uno se toma la temperatura donde le sale de las narices», zanjó la periodista. Y, además, aseguraba que a partir de ahora, ella también se tomará la temperatura en la muñeca.