La despedida más dura de Mila Ximénez ante su cáncer de pulmón: «Es un juego con la muerte»

Mila Ximénez ha concedido su entrevista más conmovedora a la revista ‘Lecturas’ antes de alejarse por su tratamiento contra el cáncer de pulmón.

Mila Ximénez se despide de su trabajo. Comienza su duro tratamiento contra el cáncer de pulmón que anunciaba la semana pasada en ‘Sálvame‘. Todo después de someterse a unas pruebas fruto de unos dolores insoportables que en un principio achacaba al herpes zóster. Una nueva etapa que la colaboradora afronta con optimismo, pero no oculta que está «asustada» por el devenir.

Esta semana arrancan esas sesiones de quimioterapia y radioterapia y justo ha concedido una entrevista muy desgarradora a la revista ‘Lecturas‘, donde además cuenta con un blog. “Tengo el as en mi mano. Esto es una guerra entre el cáncer y yo. La muerte y yo jugamos al mus. Tengo cojones para él y cinco más como él”, advierte Mila.

“El que sea más fuerte que gane, pero creo que voy a ganar yo. ¡Tengo mucha guerra que dar todavía!”, continúa la periodista muy contundente. El programa de tratamiento consta de seis sesiones cada tres semanas que está a punto de empezar. Por eso, se debe retirar.

Tal y como como ha asegurado la colaboradora, mientras dure este complicado proceso no va a trabajar, pues está previsto que sean días demasiado duros para ella. Así, además de dejar ‘Sálvame’ por ahora, se despide de su colaboración semanal en la revista.

“Siento un dolor insoportable, pero no quiero medicarme, quiero saber lo que es el dolor de un cáncer”, cuenta a Lecturas más fuerte que nunca. Sobre su tratamiento asegura que este no hará que se le caiga el pelo, “pero les dije que no me importa. Quiero saber que el cáncer no va a más”.

«Me da miedo que me digan que tengo metástasis y que no hay solución», confiesa la Mila más vulnerable, que además pretende hacer testamento. En definitiva, una entrevista muy dura de despedida en la que tiene palabras para Jorge Javier, el «amor de su vida«. También para su familia. «A mi familia que no la toque, conmigo lo que quiera», sentencia.