José Antonio Avilés rompe a llorar en su vuelta a ‘Viva la vida’: «Me da vergüenza»

El colaborador ha pedido perdón a su programa por el marrón que se han tenido que comer con su defensa.

José Antonio Avilés se encuentra en el punto de mira de todos. De los espectadores, de los supuestos estafados por él y de muchos compañeros. Sin embargo, ‘Viva la vida‘ sigue dando la cara por él y defendiéndole. De hecho, este sábado les llovieron multitud de críticas por su actitud con el colaborador.

Este domingo, el «periodista» regresaba a su programa mediante una conexión telefónica en la que se ha mostrado completamente abatido y superado por la situación. Tras oír a Emma García, el cordobés se hundía y rompía a llorar.

“Siento tener que hacer este tipo de entrevista, me avergüenza mucho todo”, decía entre lágrimas y reconociendo que nunca pensó que su «vuelta al programa» sería de esa manera.

Pero desde el primer momento, Avilés ha querido agradecer a su programa y a sus compañeros que le hayan apoyado hasta el último día. «Quiero disculparme por el marrón que os habéis tenido que comer» y les ha agradecido el haber luchado «contra viento y marea«. Algo que Emma García ha querido aclarar dejando claro que «lo que no hemos hecho es atacarte y echar más leña al fuego, hemos querido ser prudentes«.

«Me da una vergüenza tremenda mirarte a la cara, Emma”, reconocía José Antonio sin poder parar de llorar y reconociendo que no se encuentra bine. «Quiero ser yo y quiero que se me de una oportunidad para ser yo, es lo único que pido», reclamaba el ex-concursante de ‘Supervivientes 2020’.

Tras ello, Avilés ha expresado que no tiene nada en contra de Kiko Matamoros y que no quiere atacarle pero que no entiende por qué esa actitud de su compañero con él. «Yo no lloro por dar pena, lloro porque mi situación actual no es buena«, añadía.

«Necesitaba desintoxicarme del mundo en el que vivía«, expresaba sobre el motivo que le llevó a ir a ‘Supervivientes’ más allá de ganar dinero para pagar todas sus deudas. Y a la pregunta de cuándo empezó a montarse una vida paralela, José Antonio no dudaba en reconocer que fue desde su etapa de niño en el colegio.