Miriam Saavedra arremete sin piedad contra Alejandra Rubio y desmonta sus planes

Miriam Saavedra, la ganadora de ‘GH Vip 6’, y la hija de Terelu eran muy amigas, pero algo hizo que la relación volara por los aires.

Miriam Saavedra disfruta de una buena etapa profesional. Tras ganar la sexta edición de ‘GH VIP’, se ha convertido en colaboradora habitual de ‘Sálvame’.

Sin embargo, en lo personal no la va tan bien. Sin pareja, ahora mismo lo que más le preocupa es si familia, a la que hace un año que no ve, sobre todo por la expansión en todo el mundo del coronavirus.

Pero, además, la peruana ha iniciado una cruel guerra con Alejandra Rubio, la hija de Terelu, a la que consideraba su amiga y ahora arremete contra ella.

En una entrevista para Omar Suárez en la revista ‘Lecturas’, Miriam no duda en cargar contra la influencer de una forma despiadada. «Con lo joven que es, no entiendo cómo puede ser tan descarada. Es muy descarada y es una mentirosa. Me he dado cuenta de que no éramos amigas realmente», explica dolida.

El motivo de la ruptura de amistad con Alejandra Rubio

La amistad entre Miriam y Alejandra se rompió cuando, según ella, la hija de Terelu le mandó «un mensaje llamándome mala amiga», después de que la colaboradora diera su opinión sobre la relación que mantenía su abuela con Bigote Arrocet. «Dije en televisión que Terelu y Carmen son dos señoras que se metían en esa relación».

Según Miriam, la joven tiene doble cara. Pues, por detrás, habría calificado a su amigo Suso Álvarez de “choni y paleto. Además, habría insultado a Kiko Matamoros. «Me he contenido de decir muchas cosas y he querido ser más suave, al ver su descaso y lo hipócrita que es, me he hartado y he decidido ser más clara».

Sobre su ‘relación’ con Antonio Pavón

Además, en la entrevista, Miriam Saavedra también habla de su relación en el pasado con el exconcursante de ‘Supervivientes 2020’ Antonio Pavón. «Nunca, jamás, he tenido una relación con Antonio Pavón«, dice contundente la peruana. Asimismo asegura que «no es mi tipo. Pero es que, además, yo estaba perdidamente enamorada de mi pareja. Pavón ni siquiera se atrevió a afirmarlo, pero sí lo deslizó porque le convenía».