Las lágrimas de Carlota Corredera en ‘Sálvame’ tras el aplauso a los sanitarios

La presentadora fue presa de la emoción al ver a todos los sanitarios aplaudiendo a las puertas del hospital Gregorio Marañón

Desde que empezó el confinamiento, todos los días a las 8 de la tarde, todos los ciudadanos se dan cita en los balcones para aplaudir a los sanitarios. A todos esos profesionales que se están dejando la piel para curar a los miles de afectados por el coronavirus. Y, sin duda, es un emotivo momento y más de uno no podemos evitar emocionarnos.

A las 20.00 horas de este jueves 19 de marzo, el reportero de ‘Sálvame’ Sergi Ferré, ha conectado en directo con el programa desde el hospital Gregorio Marañón de Madrid. Así, se ha podido ver cómo todo el personal del centro salía también a aplaudir a la calle y a dar las gracias a todos los que desde sus balcones les aplaudían por el enorme trabajo que están llevando a cabo estos días.

Ante este precioso momento, Carlota Corretera no ha podido reprimir las lágrimas de emoción. «Qué difícil, ¿no? Jolín. Emociona mucho ver a la gente que se está dejando la piel por salvar a los enfermos. Hay pacientes de todo tipo, con todo tipo de problemas, no solo coronavirus, y que aplaudan a la gente que les aplaude es…», decía la presentadora, con las lágrimas brotando de sus ojos.

«El ratito de las 8 nos da la vida», asegura Carlota

En esta ocasión, Carlota Corredera presenció los aplausos desde el plató de ‘Sálvame’, pero en días anteriores lo ha hecho desde su casa, con su hija. «Cada vez que salgo a la ventana a aplaudir con mi hija, nos miramos y siempre pienso que es agradecimiento y un día menos”, ha contado. “No nos vemos, no salimos a la calle y el único momento de contacto es cuando salimos a aplaudir y es mágico. Está siendo duro pero ese ratito de las 8 nos da la vida a todos«, ha manifestado  la periodista.

Y, refiriéndose a todo el personal sanitario, aseguró: «Una de las grandísimas cabronadas que tiene es que por los contagioso que es, los enfermos están solos y los familiares no pueden verles ni tocarles. Pero cambian mucho los hechos gracias a esa gente que está cuidando de ellos y dándoles su apoyo emocional».