El dardo de Emma García contra Carmen Borrego por Rocío Carrasco: «Carmen, ya»

Emma García se mostró muy molesta en ‘Viva La Vida’ con Carmen Borrego por no respetar los turnos de palabra y su controvertido alegato en defensa de Rocío Carrasco.

Tarde muy tensa la que se vivió este domingo en ‘Viva La Vida’, con un evidente roce entre Emma García y Carmen Borrego. Todo por un tema de debate muy encendido: la entrevista que horas antes había concedido Antonio David Flores en Sábado Deluxe. Sus palabras en el programa no han pasado desapercibidas y el foco se puso especialmente en el cuestionamiento de Rocío Carrasco como madre. Después de estar ocho años sin saber nada absolutamente de sus hijos, Rocío y David Flores.

Por su parte, Carmen Borrego, que como todo el clan de Las Campos se ha alineado siempre con Rociíto, fue bastante crítica con la entrevista de el ex concursante de GH VIP 7. No solo por cuestionar su papel como madre, también por haber señalado a Fidel Albiac como el promotor de ese distanciamiento y por haber destapado supuestas amenazas. «Que hubiera denunciado entonces esa situación», decía Carmen incrédula.

Con todo, la hija menor de las Campos estaba visiblemente exaltada este domingo y no paraba de interrumpir al resto de colaboradores para sacar la puntilla a cada declaración en contra de Carrasco. Por esta razón, Emma acabó con la paciencia colmada y estalló. «Oye Carmen, ya», le advirtió molesta. Carmen seguidamente le respondió con una pregunta a la presentadora: ”¿Por qué no piensas como una madre? Así tendrás respuestas”.

Así, este fue el detonante para que Emma se rebelara y le lanzara un dardo a Borrego. ”Precisamente por eso Carmen, porque pienso como madre no entiendo como Rocío Carrasco no llama a sus hijos y lleva 8 años sin hablar con la niña”, sentenciaba. Así, la presentadora dejaba clara su posición con respecto a la guerra entre Rocío Carrasco y sus hijos.

Además, Emma pedía que ”tendría que responder a todo lo que Antonio David ha dicho”, pese a sus continuas evasivas. Borrego, le devolvía la pulla: ”pero si cuando hablo me regañas”. Al tiempo que Emma zanjaba la disputa con un ”tienes que hablar cuando te toca y punto”.