Ana Rosa Quintana, víctima de una suplantación de identidad

Ana Rosa habría sufrido algo parecido a Belén Esteban en su teléfono movil para acceder a informaciones y fotografías comprometidas de su boda con Miguel.

Fenómenos paranormales entre los rostros más mediáticos de Mediaset. La oleada de suplantaciones de identidad les ha puesto en jaque, saltando todas las alarmas. La boda «del siglo» de Belén Esteban y Miguel Marcos sigue coleando y la expectación por las imágenes del enlace son máximas. Un contenido, prohibido todavía, hasta que sea publicado en exclusiva por la revista ‘Hola’. Sin embargo, hay quien está valiéndose de varias triquiñuelas para hacerse con esas imágenes a toda costa y reventarla. La suplantación de identidad de Ana Rosa Quintana tendría mucho que ver.

En primer lugar, se produjo el hackeo del móvil de Belén Esteban pocas horas después del gran acontecimiento. Un incidente que aguó uno de los momentos más especiales de su vida y por el que se personó en una comisaria para denunciar los hechos ante la Guardia Civil. En segundo lugar, y aquí saltan las alarmas, ha sido Ana Rosa Quintana el siguiente objetivo de ese supuesto suplantador o suplantadora de identidad y la presentadora se ha tenido que pronunciar.

Al parecer, alguien se dio de alta con un número de teléfono con el que se hacía pasar por la periodista. Casualmente, detrás de esas conversaciones siempre estaba el interés por recibir fotos de la boda de Belén y Miguel. Primero, esa persona escribió a Terelu y, viendo que esta no hacía caso porque sí tiene el verdadero número de Ana Rosa, se lanzó directamente a por la protagonista.

Por su parte, Ana Rosa Quintana desmentía al instante haber escrito estos mensajes. «Yo les deseo a Belén y Miguel toda la felicidad, pero yo no he mandado ningún mensaje», aclaraba la presentadora. No obstante, no ha sido la única burlada por los responsables de todo esto. Al mismo tiempo, el colaborador Antonio Rossi confesaba haber caído en la suplantación de identidad de Belén Esteban. Mostró los mensajes en público y eran muy extraños.