La crítica de la semana: El éxito de las tendencias arriesgadas

ANÁLISIS DE AUDIENCIAS | Semana del 6 al 12 de mayo de 2019.

El ser humano, como el espectador de televisión, es un animal de costumbres. Las revoluciones en los contenidos necesitan su tiempo y no se producen hasta que los elementos se conjuran para revertir tendencias.

Nunca debemos hacer caso de nuestros prejuicios a no ser que sea para indicarle a Pedro Sánchez con quién no debería formar gobierno. Yo el primero. Estaba muy poco predispuesto a tragarme el estreno de ‘La Voz Senior’ y al final me fui a dormir con una sonrisa de bobo en la boca. La gente mayor, como los niños, son oro delante de la cámara. La naturalidad y espontaneidad que rebosan escasea en los talents habituales. Ya era hora de hacer un giro en la rueda de los concursos de talentos, ampliar el abanico y ofrecer la oportunidad a todos aquellos a los que se les han cerrado las puertas durante tantos años. Nadie espera verlos consagrados con una carrera musical pero es tal la alegría que transpiran por ser escuchados durante una noche que el espectador no puede más que emocionarse ante tantas ganas de vivir. Y todo ello presentado por una Eva González que esta vez sí que ha encontrado su sitio, está mucho más convincente entre señores que intentando hacerse la moderna con los más jóvenes. El estreno de ‘La Voz Senior’ fue bien recibido por el público de todas las edades al lograr un notable 16,5% de share.

Otro de los géneros que ha evolucionado con éxito es el del culebrón, hemos pasado de las grandes damas de la tragedia latina a las bellezas turcas, pasando por la ficción de época inventada española que parece que nunca llega a su fin. En los 80 los culebrones importados de Sudamérica desembarcaron en la televisión española convirtiéndose en auténticos fenómenos sociales. Desde el fin de ‘Pasión de Gavilanes’ las historias de amor con pérfidas malvadas de acento latino desaparecieron de las televisiones generalistas para convertirse en un reducto de la TDT. Muchas son las telenovelas que se han proyectado en Nova en los últimos años, pero el verdadero revulsivo para el canal fue el estreno en 2018 de algo casi impronunciable, ‘Fatmagül’. En este caso el culebrón tenía sabor turco, reproducía los mismos esquemas de las historias de amor suramericanas pero con roles menos histriónicos. Tal fue su buena acogida que la serie llegó a copar cada día el número uno de las emisiones más vistas de la TDT. Esto fue solo el comienzo, ahora no hay serie otomana con un mínimo de éxito que no desembarque en España.

Nova y Divinity son los grandes puertos de llegada para los seriales turcos. El canal de Mediaset triunfó con la apuesta de ‘Kara Sevda’ para sus tardes y viendo el éxito del fenómeno decidieron trasladarlo a la franja de máxima audiencia. La serie roza actualmente el 3% de share y se sitúa casi cada día en el número de la cadena, con picos que llegan a los 500.000 espectadores. Son las historias de siempre, amores imposibles entre clases sociales, malvados que rozan la caricatura y enamorados con menos lujuria que Alaska y Mario, pero funcionan de maravilla. Algo más rompedor es el nuevo culebrón turco de Divinity, ErkenciKus, que este jueves alcanzaba un estupendo 3,7%. El punto de partida de la trama es el de siempre pero el tono empleado es otro, huyendo del drama más intensito para coquetear con la comedia. Que nadie se espere una sitcom americana, tampoco nos vengamos arriba. Pero sí que agradecemos esta pequeña gran revolución en un género tan trillado, no sólo de tragedias y cuerpos apetecibles vive el hombre.

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