El público sentencia a ‘Juego de Juegos’ pese al gran dato de audiencia: «¿Cuánto va a durar este programa?»

Cuando las comparaciones son odiosas y lo que se esperaba de la adaptación del formato americano, creado por Ellen DeGeneres, ni se ve y veremos si se le espera.

Después de varios meses cogiendo polvo en el cajón, ha desembarcado por fin la adaptación de ‘Juego de Juegos’ en la noche de los viernes de Antena 3. Un concurso que se grabó el año pasado con la mirada puesta en el verano, pero que al final quedó condenado al ostracismo bajo la idea de que el formato se convirtiera en una de las grandes apuestas de la temporada televisiva. Y por qué no, en una revelación.

Ese giro de los acontecimientos no agradó a todos, pero sí que inspiró una sensación muy halagüeña: que el resultado final había convencido tanto a la cadena que el programa merecía mucho más que ocupar un prime time en pleno periodo estival, cuando el consumo televisivo está en mínimos. Que tenía opciones de hacer sombra a otros productos televisivos.

Esa elucubración, unida al éxito arrollador y los altos índices de popularidad que este formato ha conseguido en la cadena estadounidense NBC, disparaba enormemente las expectativas. Además de que, en el actual panorama televisivo español, han quedado fuera de juego este tipo de concursos que aportan frescura y reinvención a un medio que necesita beber de un buen frasco de creatividad. Un cúmulo de elementos que remaban a favor de obra y que daban a pie a pensar que el resultado de la ecuación podría ser igual a éxito.

Ahora bien, en el pasado, sí que han tenido su sitio este tipo de programas y el listón, por ende, siempre ha estado muy en alto. Hándicap que una cadena de televisión de envergadura tiene que intentar superar. Es precisamente esa reinvención de la que hablábamos la que debe marcar la pauta cuando se encara la producción. No solo basta con valerse de la nostalgia que pueden llegar a evocar espacios legendarios y paradigmáticos como ‘El Gran Prix’, también es sine qua non que vaya más allá, con un giro de rosca más. Si es que está entre sus pretensiones presumir de su propia seña de identidad.

Una insignia genuina y original que a priori no han conseguido ni siquiera acariciar. El programa se duerme en los laureles y simplemente logra su objetivo más primario, que es el del matar el tiempo, sin provocar nada más en el televidente. No son precisamente alentadoras apreciaciones como estas:

Un entretenimiento muy básico, que podría haber sido elevado a su máximo exponente por una presentadora ‘todoterreno’ como bien podría ser bautizada Silvia Abril.  La humorista es sinónimo de espontaneidad y sencillez a raudales y eso no se ve. Lo que se ve es claramente ha sido coartado.

https://twitter.com/milinkko_/status/1096530235409993734

Por lo tanto, es la ínfima o nula naturalidad y ese exceso de guionización que tanto daño hace a una televisión que necesita la fragancia de la frescura y el riesgo para sobrevivir y seguir en el ring de combate, lo que dinamita todo lo anterior y hunde en los submundos a ‘Juego de Juegos’.

El espectador no digiere todo lo encorsetado, lo que se ha previsto milimétricamente y lo que no destila conexión o empatía con los protagonistas que cimentan el producto: los concursantes, quienes parecían haber salido de la escuela de arte dramático. Y estos tres aspectos son los que opacan el nuevo proyecto de ‘Antena 3’. Las tres cataduras que marcan el futuro de un programa que ha empezado con éxito (3,1 millones de espectadores y 18,7% de share), pero que podría no ser más que un espejismo, pues advierte una caída estrepitosa y sin paliativos en su próxima emisión.

No es que seamos videntes para emitir estos oráculos; más bien son datos objetivos los que sustentan este vaticinio. No descubrimos nada nuevo si les decimos que las redes sociales se han postulado como una fuente de inspiración. También como un tribunal. Facilitan un ‘feedback’ que propicia la compresión de los gustos de la audiencia y las fortalezas y debilidades que el programa en cuestión suscita.

Y este viernes, marcaron un hito. Porque esas redes sociales, y mira que es complicado que esto se produzca, iban al unísono en su valoración de ‘Juego de Juegos’. Una corriente mayoritaria, de la que apenas se desmarcaba algún díscolo, incidía en estos calificativos: “decepción”, “infumable”, “bochornoso”, «bodrio», “artificial”, “preparado”, “sobreactuación” …

https://twitter.com/nachollenser/status/1096520972360912896

 

Y cuando el río suena, agua lleva. No puede ser que todos se equivoquen en su veredicto final sobre esa fachada que se construía el programa con el paso de los minutos. Con una carta de presentación que se erigía como prometedora, pero que se ha quedado indiscutiblemente en el intento. Un intento fallido.

 

La duda -si es que llegó a existir- de si todo estaba premeditado y guionizado la despejaba estos habilidosos internautas:

https://twitter.com/AdrianJF2000/status/1096526719526338560

Efectivamente, algo ha fallado para que la sentencia sea condenatoria. El jurado popular ve hechos probados en la falta de dinamismo, la ausente creatividad, el exceso de guion, la falta de naturalidad y espontaneidad, la sobredimensión artificializada de los acontecimientos, la sobreactuación pedante y urticante de los participantes y el encasillamiento al que había sido sometida la presentadora y, lo que es peor, la esencia del concurso en sí había sido aprisionada.

https://twitter.com/aliciaguoc/status/1096542649660641283

Aunque todo hay que decirlo, y a la audiencia parece que se le ha pasado, lo bueno de esta adaptación es que se deja ver si no compite con ofertas más interesantes. Sin pasar tampoco por alto que acaba a una hora muy decente.

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