Makoke, la justa expulsada de ‘GH VIP 6’

El adiós de una concursante de segunda B.

La salida de Makoke a la primera de cambio no nos pilló por sorpresa ni mucho menos. Antes de empezar la convivencia era seguramente la participante que más debería sorprender para meterse al público en el bolsillo y seguir concursando el máximo de semanas posibles. Los rostros más populares tienen también más detractores ya que llevan más tiempo expuestos y por ello presentan más opciones de rechazo hacia la audiencia. La modelo tenía un gran reto que no ha superado ni tampoco intentado. Ella entró a la casa sabiendo que era la mejor pagada y que a la vez gracias a un seguimiento diario y continuado tenía la oportunidad que el público la conociéramos abiertamente y de la manera más natural posible. Seguramente para ella habrá sido un logro permanecer en el concurso superando su ecuador pero desde el otro lado de la pantalla somos muchos los que opinamos que su concurso ha sido pésimo.

El mérito de todo concursante de telerrealidad no está en evitar ser expuesto a la valoración del público sino en enfrentarse a él las veces que sean y lograr su beneplácito. Alguien que por ejemplo llega a la final o casi a ella sin haberse expuesto a la opinión de la audiencia no tiene ningún mérito ya que desconoce si su participación es aplaudida o no. Dicho esto la continuidad de Makoke hasta su expulsión es de dudosa credibilidad ya que no ha superado ni su primera nominación y si anteriormente hubiese salido a la palestra tendría también muchas papeletas de haberse ido. Su estrategia ha sido clara, caminar sigilosamente, formar parte del grupo mayoritario y ser la cabeza pensante de él. Causando así que las semanas vayan pasando librándose de la nominación y a la vez facturando cada jueves.

Hay que reconocer que la última ex de Kiko Matamoros no lo tenía fácil ya que por su trayectoria profesional no es que tenga mucho apoyo ni interés mediático. Ella tampoco ha puesto de su parte para ganarse la simpatía de la audiencia. En un formato de tales dimensiones y repercusión de poco vale que seas una obsesionada con el orden y la limpieza. Se priorizan las habilidades sociales, argumentaciones y la evolución como concursante. Ella ha crecido de tales aspectos aburriendo de una manera casi insuperable. Qué nos importará saber quién habita en tu casa mientras tú no estás, quien la pagó o si está en venta o no. Ella por si sola no interesa y nunca ha interesado. Agradecida a Kiko debería estar ya que gracias a su unión logró despuntar aunque fuera de forma secundaria.

Los motivos que utiliza tanto Makoke como sus defensores para argumentar su acertada participación carecen de peso y objetividad. Nadie coherente ni realista puede afirmar que la que fuera chica del Telecupón ha protagonizado un buen concurso. Ha sido cargante, pesada, agotadora, aburrida y sobre todo muy mala estratega. Más que contenta y satisfecha debe estar por llegar hasta donde llegó ya que no contaba en superar los primeros quince días de concurso. Sabía de sobra que conociendo la mecánica de las eliminaciones, al votar en negativo lo tenía muy negro para librarse de la expulsión.

No vale buscar culpables colaterales de la expulsión de Makoke, no. Tanto ella como los suyos deben hacer autocrítica y analizar su paso por el programa. Quien decidió su expulsión fue el público, la audiencia soberana, aquella que semanalmente toma una decisión. Ni los programas de Telecinco que comentan el concurso, ni los colaboradores o periodistas que trabajan en ellos ni mucho menos Kiko Matamoros tienen culpa alguna. La salida de Makoke sólo tiene una única responsable y no es otra que ella misma. Alguien que no se abre con el público ni tampoco hace méritos para que él la apoye en el concurso no se merece seguir participando en él.

Poco falta para la vuelta de Makoke a nuestras vidas. Ya sea a través de una exclusiva en una famosa revista o asistiendo a una entrevista televisada. ¿Volverá a ocupar su sitio como colaboradora de ‘Viva la Vida’ o viajará hasta Milán para estar al lado de su hija?