Por qué la serie ‘La República’ tiene que abrir un tiempo nuevo en TVE

Los 17 capítulos de la segunda temporada de la ficción llevan guardados en un cajón desde el año 2011.

Ha llegado la hora. En televisión, como en cualquier faceta de la vida, es imprescindible preservar la memoria histórica. Con la llegada a los mandos de RTVE de Rosa María Mateo no se espera una revolución, pero si sería deseable cerrar algunas heridas que nos dejó la etapa anterior de la corporación.

Muchos quizás no la conocen o ni siquiera la recuerdan. En 2011, cuando TVE aún gozaba del liderazgo y credibilidad se estrenó una ficción, ’14 de abril. La República‘, que gracias a sus notables índices de audiencia -más de 3,5 millones de seguidores de media- renovó por una segunda temporada de nada más y nada menos que 17 nuevos capítulos, que quedó confiscada en un cajón. Hasta hoy.

No olvidamos. Siete años después seguimos esperando esta continuación -ya grabada y pagada conviene recordar-, de la producción de Diagonal TV. Este spin-off de ‘La Señora’, ambientado en los años de la Segunda República, trataba temas muy diversos como el amor, los conflictos sociales de la época y ante todo un tratamiento riguroso de unos años fundamentales para entender nuestra historia. Porque su productora y director Jordi Frades, artífices de la última gran apuesta de la temporada, ‘La Catedral del Mar’, no son ni mucho menos sectarios. Sin embargo, parece ser que para los anteriores directivos de TVE ‘La República’ era una serie incómoda.

Ahora o nunca. TVE debe recuperar las cotas de credibilidad y calidad que gozó años atrás. Desde aquí queremos lanzar una petición a Mateo para que su “sueño” no quede en papel mojado. ‘La República’ tiene que emitirse, y para ello necesita antes reponer su primera temporada para refrescarnos sus tramas, siendo agosto el mes más idóneo para ello. Así en septiembre llegarían las nuevas historias que cerrarían esta joya de ficción, y sería el mejor punto de partida para este tiempo nuevo que necesita la televisión de todos.