Crítica de ‘La otra mirada’: el aire fresco (y feminista) que necesitaba TVE

La nueva serie de TVE producida en colaboración con Boomerang TV, ‘La otra mirada’, ha presentado su piloto este miércoles día 25 de abril. La trama nos sitúa en una academia para señoritas en la Sevilla de los años 20, en la que sus alumnas empezarán a cuestionarse todo lo previamente establecido a raíz de la llegada de Teresa (Patricia Lopez Arnaiz), una nueva profesora con ideales poco ortodoxos y uno de los grandes descubrimientos del casting formado sobre todo por un acertado elenco de actrices noveles.

‘La otra mirada’  se centra en todo lo que acontece dentro de la academia para señoritas, un centro educativo que se rige por los valores y convenciones sociales de una época marcada por el caciquismo político y una sociedad fuertemente polarizada entre burgueses y proletarios, pero sobre todo en la que las mujeres quedaban relegadas a un segundo plano y consagradas a sus labores domésticas. 

La serie se compromete a mostrar una visión de aquella realidad vivida por todas las mujeres en España para hacernos reflexionar acerca de todos los avances y cambios sociales que hemos atravesado en el último siglo; y consigue su objetivo. El primer capítulo gira en torno a la llegada de Teresa a la institución de enseñanza, que viene cargada de ideas y valores revolucionarios que no dejarán indiferente a nadie.

La historia comienza mostrándonos a Teresa en una fiesta de alta sociedad en Lisboa, y es allí donde se produce el asesinato del embajador de la misma, del que Teresa es la presunta asesina. Con la premisa de una misteriosa nota en la que versa el nombre de Roberta Luna junto con su paradero, Teresa parte hacia la academia para señoritas de Sevilla, en España.

Manuela (Macarena García), recién llegada al cargo de directora de la academia como relevo de su madre Doña Manuela (Gloria Muñoz), convoca una entrevista para cubrir una vacante como profesora. El aire fresco que desprende Teresa frente al resto de candidatas,  hace que Manuela se decante por ella para el puesto de profesora de Arte y Literatura, de manera que consigue infiltrarse con éxito en el complejo educativo.

En su primer día de clases se nos presenta a algunas de las alumnas, entre ellas a la mencionada Roberta Luna, que mantiene una relación afectiva con el mayor de los Peralta, unos hermanos con buena planta, jóvenes y renombre. Tanto alumnas como profesoras se muestran escépticas con los métodos de enseñanza de Teresa; sobre todo choca con Luisa, la profesora veterana y más tradicionalista de todas.

Desde el claustro de profesoras se le asigna a Teresa como profesora de Literatura, la tarea de dirigir la obra teatral escolar de ‘El burlador de Sevilla’; la obra es escogida a conciencia porque presenta la figura del Don Juan, y busca transmitir que las mujeres han de alejarse de él para conservar su decencia. Sin embargo, Teresa tiene la sensación de que la obra no motiva a sus alumnas, así que propone un ejercicio libertad de expresión que consiste en que expresen libre y anónimamente sus pensamientos acerca de sus compañeras, profesoras y sobre la misma obra. El resultado del ejercicio termina hiriendo a Roberta, ya que es atacada por muchas de sus compañeras por haber adoptado un rol protagonista que parece cohibir y anular al resto, dejándola a ella en primer plano en todo momento. Como resultado, deciden cambiar la obra a una que elijan todas de manera consensuada, de manera que finalmente deciden representar ‘Casa de muñecas’, una crítica a las normas matrimoniales del S. XIX.

La tarde de presentación de la obra, Roberta pide permiso a Teresa para ir a casa de los Peralta a conseguir atrezzo para la obra, pero en realidad su pretensión es ir a la fiesta que organiza su novio Rafita. Promete a Teresa que estará de vuelta antes de la representación, pero durante la fiesta se excede con el alcohol y pierde la noción del tiempo.

El capítulo termina con que la obra es salvada por Margarita, una de las alumnas, que interpreta el papel protagonista que tendría que haber representado Roberta; una vez finalizada la obra encuentran el cuerpo inerte de Roberta en los jardines de la escuela, que parece haberse quedado inconsciente por los efectos del alcohol.

«Lo que el mundo necesita son mujeres fuertes, jóvenes y determinadas»

El capitulo nos introduce más en profundidad además de Teresa, algunos personajes importantes como las profesoras Ángela y Luisa, ambas muy conservadoras y fieles a los métodos y normas preestablecidas o Roberta, que causa cierta apatía por su popularidad y por llevar la voz cantante en clase, pero a lo largo del capítulo manifiesta que la sobrepasa todo lo que las demás esperan de ella; sin embargo, también conocemos a otros personajes como Ramón, el encargado de mantenimiento, que se muestra como un hombre sencillo y buen consejero o Rafita Peralta, un joven atractivo, zalamero y de buena familia.

La serie está construida en base a un contexto histórico que describe una España en la que las mujeres no tenían ningún tipo libertad de expresión, y en la que pocas de ellas se planteaban qué podía haber más allá de ser una buena esposa y madre. El personaje de Teresa rompe con lo establecido; se atreve a comparar el sistema democrático del momento en Estados Unidos con el de España, cree fervientemente en que la educación es la base del cambio, pugna por la libertad de expresión, se burla de las formalidades y no le importa la opinión del resto porque está comprometida con sus convicciones.

TVE sale de su zona de confort para apostar por algo diferente, con un propósito marcado: el de contar las historias de todas aquellas mujeres que han pasado inadvertidas a lo largo de estos años, y cuya realidad no aparece retratada en ningún libro de Historia. Hasta ahora; ‘La otra mirada’ les ha dado parte de la voz que nunca tuvieron.

El primer capítulo deja con un muy buen sabor de boca: una serie protagonizada por mujeres, intrigante a la par que amena, con tintes feministas y un deje revolucionario.

Habrá que esperar a la semana que viene para poco a poco ir descubriendo pinceladas que respondan a las primeras incógnitas: el porqué del interés de Teresa en Roberta Luna y el misterio que rodea a ésta como implicada en el asesinato del embajador.