Bertín Osborne vuelve a incendiar a las masas con sus declaraciones: «España es un país de ignorantes»

El presentador vuelve a la palestra con otra polémica entrevista en la que se explaya sobre la política española e internacional.

De nuevo se convierte en noticia. Bertín Osborne vuelve a la carga con unas declaraciones más que desafortunadas en una entrevista que concedía al diario El Mundo. En ella, el presentador se despachaba a gusto sobre su implicación en «Los papeles de Panamá», la política y cultura española y con aquellos que lo acusan de machista. También aprovechaba para defender al nuevo presidente estadounidense y atacar al partido de Pablo Iglesias.
«Es que ahora todo parece que es machismo. Tú le preguntas a una mujer, por curiosidad, si sabe cocinar y ya te llaman machista. Yo no soy machista, pero usted es imbécil. Nos hemos convertido en una sociedad tan ridícula que incluso para contestar a una pregunta así hay que tener cuidado con lo que dices. A mí esto me parece una estupidez soberana«. Así, de golpe, empezaba la entrevista Bertín Osborne, «defendiéndose» de quién lo tacha de machista. Continuaba, entonces, atacando a la Iglesia en España y asegurando que «está absolutamente denostada y marginada», pues no presta el servicio que debería prestar a los marginados.
Después, le tocaba el turno a la educación: «Al país lo veo absolutamente distinto de hace sólo un año. Han cambiado muchas cosas muy rápido en algunas instituciones. Se me pusieron los pelos como escarpias al oír en la radio a una serie de universitarios opinar sobre el Muro de Berlín. Me caí de un guindo. Me acabo de dar cuenta de que España es un país de ignorantes. La educación, la cultura y la Historia… O hemos perdido el interés en aprender, o no nos enseñan como nos deberían enseñar, o nos hemos vuelto locos todos. Lo que contestaron a lo del Muro de Berlín fue una cosa bochornosa. No tenían ni idea.Unos decían que lo habían puesto unos racistas para separar unas razas, otros para poner ricos a un lado y pobres al otro… Universitarios, eh. No me lo puedo creer. Acojonante. ¿Éste es el país en el que van a vivir nuestros hijos? ¿Es lo que ahora y en adelante vamos a tener reflejado en el Congreso sin ningún tipo de educación y de formas? Nos hemos convertido en algo que no reconozco. Es una falta de educación absoluta«. Para todo esto, tiene un culpable claro: «El desastre económico y la tragedia de nuestro país son los 17 gobiernos que tenemos. Si no hubiera 17 gobiernos tendríamos mejor alta velocidad, mejor sanidad, mejor educación, mejores carreteras y todo. Habría dinero para todo. Ahora no hay dinero para nada porque hay 17 gobiernos que se lo comen todo«.
En cuanto a su implicación en «Los papeles de Panamá» asegura estar en paz con la Administración , aunque le haya salido bastante caro: «Viviendo 14 años fuera de España, hice una empresa en Panamá y en el momento en que volví a España la di de alta en España. ¿Cuál es el problema? La onda expansiva es terrible cuando no se dicen las cosas con rigor. Perdí una campaña de publicidad con un ministerio, pero bueno, oye, la perdí como perdí a mi abuela. Apretar el culito y seguir».
Como remate y ante la pregunta de qué opinión le merecía Donald Trump, la respuesta no se quedaba corta: «Yo no soy de Trump, la verdad, pero me parecen asombrosos los palos institucionales que se le dan a un tío que va a ser el presidente del EEUU. Hay que ser pragmáticos e inteligentes. No se puede ser hooligans políticos. El día que esté sentado, como se resfríe, nosotros vamos a agarrar aquí una gripe de narices. Vamos a dejarnos de gilipolleces y vamos a intentar llevarnos bien con el tío que va a ser el presidente de Estados Unidos«. Añadía a esto que es un personaje que no se merecía «que le dieran palos», pues es el ídolo de cualquier americano «porque todo el mundo quiere ser como él».
Pero también tenía la puntilla para Podemos, partido con el que ha demostrado no ser simpatizante y al que no ha tardado en mencionar cuando se le preguntaba por Le Pen: «Es que yo no comparo a Le Pen con Trump. En España, no. La comparación con Le Pen es Podemos. Es el otro extremo, pero son iguales. Ahí están. Puede pasar. Pero no creo que pase a mayores». 

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