#Gala9GH17 | Se cierra el negocio

Ya no es novedad la bajada de la que está siendo víctima ‘Gran Hermano’. No hablo de audiencias, que también, sino de novedad y de entretenimiento de cara al espectador. La intriga, magia o el entretenimiento (que cada uno lo llame como quiera) que imperaba antes en todas y cada una de las galas ha desaparecido, y lo ha hecho de la peor manera posible. Ya, directamente, desisto en el intento de quedarme una gala sentado en el sofá de principio a fin, pues queda eso en el pasado, cuando había chicha en la casa, en el plató y en todos lados. Y esto parece que va a ser el pan nuestro de cada jueves, y para muestra, la noche de ayer.

Esta gala ha marcado un punto de inflexión en el transcurso de la actual edición: Pol ha sido expulsado. La mitad del dúo que inflaba los audímetros los jueves a partir de las diez ha salido de Guadalix. Y ahora, ¿qué? ¿quién va a ocupar el 90% del tiempo en pantalla?¿de quién se va a hablar de aquí a finales de diciembre?. Tampoco es que creyéramos que el «luchador genéticamente perfecto» fuera a ganar el concurso ni llegar a la final, pues de eso se ocupara su querida Adara, pero su expulsión deja a la audiencia huérfana de esa historia de amor tan necesaria siempre en el transcurso de cualquier reality. No obstante, Bea y Rodrigo ya están asomando la patita y lejos queda ya su promesa de mantener su relación en secreto, pues tienen las papeletas para ser la próxima pareja con las que nos machaquen 24/7 el resto del concurso.

Siguiendo con lo acontecido en la gala, la dirección del programa -muy acertada ella- ha decido que el clima de tensión, gritos y faltas de respeto debe acabar en la casa, por lo que ha decidido que todos y cada uno de los concursantes estén nominados esta semana, incluyendo a Fernando, quien regresa a la casa tras haber sido repescado. Esto es una oportunidad de oro para acabar con una de las peores (bajo mi punto de vista) concursantes no solo la edición actual, sino de toda la historia del formato: Clara.