Chicote se moja como nunca en la quinta temporada de 'Pesadilla en la cocina'

Chicote regresa «flipando»

“Pesadilla en la cocina” y Alberto Chicote abren las puertas de la temporada televisiva con un nuevo menú, el quinto desde que diera el pistoletazo de salida en 2012 e inaugurara su particular manera de rescatar a restaurantes en problemas, de dignificar la profesión hostelera y de ayudar a dueños y empleados a recuperar la pasión y el buen hacer en sala y fogones. Este jueves, 22 de septiembre, laSexta estrena una nueva temporada repleta de casos excepcionales, momentos de máxima tensión, divertidos protagonistas, situaciones descontroladas y más de un sabor amargo que incluso pondrán a prueba la paciencia del chef.
El nuevo menú de temporada de Alberto Chicote en laSexta mantiene los ingredientes básicos de la carta tradicional de “Pesadilla en la cocina”: tesón ante los nuevos retos, constancia a pesar de las difíciles situaciones de los restaurantes, exigencia ante los disparates culinarios de muchos cocineros y grandes dosis de paciencia. Todo aderezado con el carácter luchador, firme y perseverante de Chicote. Pero este menú incorpora nuevos  sabores, algunos nunca antes experimentados en el programa: intentar salvar la boda de unos novios desesperados, subirse a bordo del restaurante de lujo de un barco, pisar por primera vez el restaurante de un camping o acudir a un local prácticamente vacío a pesar de estar situado en la zona más turística del centro de la capital…  
El programa emprende también una misión internacional y viaja por primera vez a Utrecht, en los Países Bajos, para tratar de salvar un restaurante español en horas bajas cuyo imprevisible dueño presta más atención a su improvisado y disparatado show que al verdadero servicio del local. Y será testigo de reacciones imprevisibles, dueños y empleados fuera de control, situaciones al límite y amagos de abandono con final insospechado. Un verdadero cóctel de experiencias, sentimientos y algún que otro disparate que hará de ésta una temporada divertida, conmovedora y feroz.
“Pesadilla en la cocina” incorpora a su carta de temporada importantes novedades respecto a los tipos de restaurante que Chicote visita en su batalla por dar luz a propietarios perdidos, empresarios poco
competentes o empleados con una idea muy particular de la implicación profesional. El chef dejará atrás en algunas ocasiones las tradicionales tabernas, los  restaurantes clásicos, los locales con pretensiones más “cool” o las casas de comidas al uso y se adentra en lugares que no había pisado jamás. Asombrado ante lo inusual de sus nuevos encargos, Chicote acude a la llamada de un restaurante de lujo en un barco que navega por el Mediterráneo, o visita el restaurante de un camping de Andalucía cuyos dueños se han instalado en el caos. También procurará ayudar a un restaurante de carretera aparentemente común en el que nada es usual, viajará a Galicia por primera vez para encontrarse con una dueña que tiene visiones pero que no ve sus propios problemas, se enfrentará a un local prácticamente vacío a pesar de encontrase en la zona más turística de Madrid o conocerá un restaurante con pretensiones muy alejadas del lugar donde se encuentra y de los usos y costumbres gastronómicas de sus vecinos.
Alberto Chicote conocerá en este temporada al cocinero más sucio que ha pasado por el programa, cuyas prácticas a la hora de almacenar o manipular los alimentos convierten a su cocina en un museo culinario de los horrores. Se topará también con un chef fuera de sí dispuesto incluso a agredirle cuando la tensión se encuentra en lo más alto. Y conocerá a un cocinero italiano que, en sus momentos de máxima frustración, lanza las pizzas contra la pared. No faltará tampoco un excéntrico cocinero que habla con los alimentos o se va a casa a ducharse en mitad de un servicio, hábitos que dejarán a Chicote sin palabras. Pero si tendrá que demostrar paciencia y entereza, será con la dueña de un café de Zamora, una mujer de carácter imposible que ha despedido a más de 20 personas en cuestión de tres meses y ante la que tendrá que tomar por primera vez la decisión más tajante antes de finalizar la reapertura del local. 
“Pesadilla en la cocina” comienza temporada con una misión excepcional, en la que Alberto Chicote se subirá a un barco para intentar reflotar el restaurante de lujo que hay en él. Su dueño, Fred, un francés carismático y emprendedor, lo describe como un negocio refinado y de alto nivel. Sin embargo, la realidad es algo distinta: las camareras son gogós, el propietario está empeñado en servir chuletones en alta mar y por no haber no hay ni mesas. Una estampa cómica al tiempo que desalentadora que Alberto Chicote intentará reconducir para salvar el negocio que se está llevando por delante todos los ahorros del millonario dueño.

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