La crítica de la semana | Campos de guerreras

ANÁLISIS DE AUDIENCIAS | Semana del 15 al 21 de agosto de 2016

Los Juegos Olímpicos de Río serán recordados por las hazañas femeninas, en el caso español de manera significativa. Más allá de la competición olímpica, la semana televisiva estuvo marcada por un estreno con el que se volcó toda la parrilla de Telecinco.

En estos meses de canícula sentarse en el sofá y deleitarse con el arte de grandes deportistas puede ser un entretenimiento de lo más placentero. En este mundo de ignorantes, en el cual me incluyo por no saber de su existencia hasta hace dos semanas, descubrimos gracias a los Juegos de Río a la descomunal Simone Biles. Una mujer capaz de ofrecer un espectáculo deportivo comparable a un partido de fútbol con veintidós Messi en el terreno de juego. La gimnasta de sonrisa permanente, a pesar de no obtener grandes audiencias en España, logró liderar la noche del martes con un 13% de share. Mucho mejor le fueron las cosas a Carolina Marín en la tarde del viernes, un estupendo 22,2% para su final olímpica. Estos son los Juegos de Simone, de Mireia, de Carolina, de Maialen y de muchas otras deportistas femeninas más. Aunque hay que reconocerlo, nada sería lo mismo si no estuvieran acompañadas por voces imprescindibles para el espectador; sin el entusiasmo y la experiencia contagiosa de comentaristas como Julia Luna o Paloma del Rio en TVE. La triste de todo esto, en gran parte por culpa del escaso seguimiento de los medios en los meses venideros, es que de aquí a cuatro días todas ellas serán un recuerdo de verano y nuestro interés deportivo se verá reducido a la nueva colección de calzoncillos de Cristiano Ronaldo.
Dos mujeres fueron también las protagonistas en el universo paralelo de Telecinco, la cadena se volcó con el estreno de ‘Las Campos’ como si del acontecimiento del año se tratara. Una promoción excesiva que dejó poco margen a la imaginación pero que surgió el efecto deseado al regalarle al estreno del programa un notable 18,7% de share. Tras unos primeros minutos envolventes, gracias a una factura delicada y a una realización ágil que nos recordó a un capítulo de ‘Mujeres desesperadas’, el docureality descolocó al espectador al no saber muy bien dónde nos dirigía todo ello. Un cúmulo de secuencias desordenadas sin ninguna trama que las enlazara, un protagonismo desproporcionado de los hábitos alimenticios y un almuerzo impostado con personajes random sin ningún vínculo entre ellos, de esos que invitas a las bodas pero no ves durante todo el año. Aunque a Maria Teresa alguien le venidera la moto de que el formato tendría un carácter divulgativo y ella se esfuerce en pregonarlo, la esencia de ‘Las Campos’ reside en saciar la curiosidad del espectador, conocer sus lujos y miserias desde el sofá de nuestra casa.
A pesar de estos desajustes de guión, el documental nos regaló una buena dosis de entretenimiento para las calurosas noches de agosto. Algo más tedioso fue el debate posterior, una especie de ‘Saber vivir’ almibarado en el que la mayor de las Campos estuvo a punto de quedarse frita. Con unos colaboradores del todo cortesanos, a excepción de Mila Ximénez que aportaba la nota discordante, el coloquio no ofrecía nada nuevo y quedaba a años luz de un ‘Sálvame’ diario. Nos faltó la entrada por sorpresa en plató de Pipi Estrada o de Gloria Camila (que rajó lo más grande sobre las Campos) para darle un poco de emoción al programa, pero de ilusión también se vive. Uno de los colaboradores del debate fue Antonio Rossi, la nueva apuesta para las mañanas de Telecinco que marcaba este viernes un buen 15,6% de share con ‘El programa del verano’. Aunque el gran descubrimiento de las mañanas sea su compañera Patricia Pardo, una desconocida para un servidor que se come la cámara con una dicción perfecta y un manejo de la situación como si llevara años siendo la reina de la franja. 

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