Blanca Suárez, vestida para desafiar a la polémica

La semana empezaba fuerte estilísticamente hablando, cuando la actriz Blanca Súarez (‘Carlos’) acudía junto al cantante Raphael a ‘El Hormiguero’ para presentar la película «Mi gran noche». 

La promoción de la película duró hasta que Blanca puso un pie en el plató y dejó a todos los espectadores sorprendidos. La actriz se atrevió con una falda lápiz negra en brilli brilli combinada con una camiseta de deporte de Adidas retro con cuello cisne y unas sandalias de tacón anudadas al tobillo. 

Las redes empezaron arder en cuestión de segundos criticando el atrevido look, y diversos usuarios le dieron por todos los lados y sin piedad del señor. Otro que tampoco pudo aguantarse y aprovechar el boom de críticas fue Josie desde ‘Zapeando’ donde comentó: «Es una mujer guapísima que no necesita nada, pero ese vestuario no ha gustado a nadie». Ya sabemos como se las gasta él; era comentarlo o reventar como el lagarto Jaén, he de decir que estuvo comedido. Tras la avalancha de críticas ella decidió zanjar la polémica diciendo: «No me considero tan importante, ni tan importante» y que «La moda está para jugar con ella y no perder de vista quien eres tú».

Pero realmente ¿es para este nivel de lapidación?, está claro que no. Estamos acostumbrados a las combinaciones de tonalidades y texturas en la máxima armonía posible, basta ya de ir encorsetadas y de lo combinable al máximo exponente, porque aburre. Lo que más me llama la atención es que que los autores de los comentarios de las redes hablen de nociones de moda a tal nivel, con tanta desfachatez me pinchan y no sangro. La moda nos da la capacidad de jugar, seguir siendo tú mismo y reinventarte, pues todas estas ventajas hay que saber aprovecharlas y sacarle el mayor partido posible. Siempre será más elegante el que se enfrenta al desafío, que quien lo esquiva evadido de  sencillez para no llegar a la dificultad. Blanca Suárez ha sido muy atrevida y a mí que me encanta, porque así con ella y otras celebrities conseguimos reducir el porcentaje de catetas que acostumbran a comprar y llevar ropa sin más, rodeadas de lo políticamente establecido.