¡Todos con Edurne!

No creo que hiciera falta preguntarle a Edurne para saber que la artista se encuentra ante el reto más importante que le ha brindado su carrera musical. De hecho, si lo hiciéramos, estoy seguro de que es lo que nos contestaría.

Participar en Eurovisión es una oportunidad que pocos cantantes desaprovechan. Es cierto que la aventura a unos les ha salido mejor que a otros. Pero de lo que no hay duda, es que participar en el festival europeo de la canción es un escaparate y una exposición, para el artista que representa al país, ante unos doscientos millones de personas, durante un largo periodo de tiempo. O sea, una publicidad importante a nivel europeo que, si sale medianamente bien, puede lanzar su carrera al estrellato o consolidarla.

Hace unos meses, cuando todos conocíamos el nombre de la representante de este año, tuve la oportunidad de charlar con ella y noté claramente en sus ojos lo importante que era para Edurne este reto profesional. Su forma de contarlo, la ilusión que transmitía, la confianza que deposita en la canción y la seguridad con la que la defiende, nos deja muy claro ese deseo de conseguir un buen puesto para España. Aunque todos sabemos que eso no solo depende de ella.

Son muchos los factores que se tienen en cuenta para obtener un buen puesto en Eurovisión, aunque bien es cierto que yo todavía no sé exactamente cuáles son.  Frases como: Eurovisión es todo “politiqueo”, “Se votan entre ellos los países amigos”, “A España no le interesa ganar Eurovisión” y muchos otros enunciados de este estilo, son para muchos, seguidores o detractores del concurso, esos factores de los que hablo. Pero quiero creer que no es así. ¿Qué hay de cierto en estas afirmaciones? No digo que no sean reales estas opiniones o tengan parte de verdad, pero yo creo que quizás la razón de por qué no hemos vuelto a ganar Eurovisión después de tantos años, es porque todavía no hemos llevado un tema que reúna todos los requisitos para alzarse con el premio. Imagino que el hecho de que llevemos tantos años sin hacernos con el primer puesto desemboca en opiniones de ese calibre.

A lo largo de toda la existencia del festival, ha habido artistas que se han dejado la piel y han hecho todo lo que estaba en sus manos por hacer una buena representación de España, pero igual la puesta en escena, el directo, o la propia canción no les ha ayudado a conseguirlo y no ha convencido al jurado.

Edurne tiene muchos factores positivos que hacen de ella una buena candidata al premio. Es una artista que tiene una voz espectacular en directo. Aunque a muchos les puede resultar algo sosa, creo que tiene mucho sentido del humor, carisma y una facilidad impresionante para controlar los nervios ante una responsabilidad como a la que se enfrentará este sábado, 23 de mayo en Viena. Es simpática, el físico le acompaña y posee un dominio de la escena que ha ido mejorando en todos estos años desde que la conocimos en ‘Operación Triunfo’. Creo que va a ser una muy digna representante de España.

En cuanto a la canción, yo me sitúo en la fila de aquellos que creen que tiene muchas posibilidades. Destaca su sonido y estilo muy distinto a lo que hemos llevado últimamente al certamen. Creo que hay una enorme diferencia con respecto a todas las canciones que nos han representado en estos años atrás. Es una apuesta diferente y arriesgada. Me recuerda mucho, por acercarla y compararla con alguna, al “Euphoria” de Loreen”. Tiene ese corte épico, voz desgarradora y estribillo pegadizo, que hizo ganadora a la representante de Suecia en 2012. Pero puede que también ese sea, a la vez, su talón de Aquiles. Seguro que muchos piensan que se nos han adelantado con la idea y que no es tan innovadora como pensamos los demás.

De cualquier manera vamos a confiar en todo ese trabajo que Edurne y su equipo llevan preparando desde enero. Les esperan muchas emociones y ojalá sean compartidas con aquellos seguidores del certamen que, desde hace muchos años, desean que España vuelva a sonar como ganadora del festival de la canción más conocido y mediático de Europa. Empieza la cuenta atrás para Eurovisión.