Mar Saura: "Mi madrastra en 'Blancanieves' no es la que todo el mundo piensa"

Mar
Saura.- Yo diría que mi madrastra no es la madrastra que todo el
mundo piensa. No es la del vestidazo que está todo el día
presumiendo… Ésta es mucho más oscura y se le ve muy amargada. Yo
diría que ella es muy mala pero porque defiende su verdad y su
situación, y esto la lleva al límite. Me ha divertido porque es un
personaje muy alejado de mí físicamente, excepto al principio, ya
que más adelante se me caracteriza de más mayor. Todo lo que sea
alejarse del personaje es muy divertido. Me he divertido muchísimo.
Me he inspirado en lo que sé; en lo que no, me lo he inventado, he
leído… pero la madrastra está lejos y al mismo tiempo cerca del
personaje original.

¿Cómo es participar en una serie en la que solo actúa en un
capítulo?

M.
S. – Es una historia que nace y muere, es una película. Todos
sabíamos que en un par de semanas el personaje nacía y moría, por
lo que te hace tener mucha concentración, ya que cuando tienes una
serie en la que hay muchos capítulos dices, bueno, si en el primero
no cojo bien al personaje, ya lo haré mejor en el tercero o en el
cuarto. Aquí o lo dabas todo o te quedabas a medio camino.

Es decir, ¿Es más difícil actuar en este caso?

M.
S.- Sí. Probablemente. Y se necesita mucha más concentración y ser
consecuente de lo que eres, porque hay muy poco tiempo para contar el
personaje. No es como una serie en la que tienes un recorrido para
poder contarlo. Pero también tienes la ventaja de que sabes cómo
empieza y como acaba. Conoces todo lo de tu personaje. No te pueden
sorprender. Cuando comencé haciendo a Eva, que es mi personaje como
madrastra, sabía cómo acababa ella, y eso está muy bien.

¿Con qué momento se queda del rodaje de Blancanieves?

M.
S.- Me hizo mucha ilusión rodar una secuencia en el que la madrastra
le dice al espejo: “Espejito, espejito mágico…”. No está
hecho así, porque no contesta el espejito, pero me hizo mucha
ilusión hacerlo. Fue un momento mágico y muy especial.

Compiten con series de bastante audiencia como La
que se avecina o
Isabel.
¿Tienen miedo por las audiencias?

M.
S.- No, no. El pastel es muy grande. Solo espero que tengamos nuestro
trocito y que a la gente le guste y se divierta. Al final cuando
haces algo lo que quieres es que el espectador lo vea, le guste y se
lo pase bien. Y eso es lo que creo que todo el mundo espera.

¿Cuánto duró el rodaje?

M. S.- Unas tres semanas. En tres semanas había que hacerlo todo.

¿Hay algún secreto de la trama que pueda desvelar?

M.
S.- No… en verdad no hay ningún secreto que ocultar. Simplemente
que os encontraréis con un personaje más oscuro del que estáis
acostumbrados en este cuento.

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