La fuerza de los 'Pequeños Gigantes'

Con las cadenas de televisión sacando la artillería pesada
en pleno comienzo de curso, anoche volvimos a vivir otro gran duelo de formatos
en prime time (el cine de la 1 de
TVE, “Vive Cantando” en Antena 3, “Cabo Vadillo” en Cuatro, “Pequeños Gigantes”
en Telecinco y “El taquillazo” de La Sexta).

Telecinco ha conseguido volver a crear expectación con el
estreno de su apuesta para la nueva temporada, Pequeños Gigantes; y la verdad,
para bien o para mal, este nuevo producto no ha dejado a nadie indiferente. El
estreno del talent show consiguió congregar ante la pequeña pantalla a 3.312.000
espectadores, un 25.1% de share.

El éxito de la primera entrega del talent producido por La
Competencia en colaboración con Cuarzo se basa en la mezcla de Tú sí que vales
y La Voz Kids. Sin dejar atrás el saber hacer de Jesús Vázquez. Y es que
Mediaset sabe que encargar la conducción de este tipo de formatos al gallego,
es apostar sobre seguro. Además, hay que tener en cuenta la dificultad de
trabajar con niños de entre 4 a 12 años, entre los que Vázquez se defiende de
maravilla.

Algo más difícil lo tienen los tres miembros del jurado: un Jorge
Cadaval que ha perdido su acento del sur, una Angy Fernández intentando
revitalizar su carrera y Melody Ruíz, también conocida como la “hermana secreta
que Thalia nunca tuvo”; son los encargados de valorar a los pequeños y decidir
sobre su continuidad en el programa.

Otro de los factores que influyen en la buena acogida, es un
casting a la altura de estos Pequeños Gigantes, que se traduce en un buen nivel
general en las categorías de canto y baile. Aunque, personalmente, si tuviera
que hacer referencia al grupo de los “talentos”, me resulta como una categoría
sin una disciplina clara que “chirría” un poco.

El plantel de colaboradores del programa se cierra con “los
padrinos”: Marbelys Zamora (Fama!), Joaquín Prat (El programa de AR), Andy (de
Andy&Lucas), Lyli Hergueta (Dreamland) y el polifacético Adrián
Rodríguez (El Chiringuito de Pepe). Ellos se encargarán cada semana de guiar a
su correspondiente pandilla en su camino hacia el éxito.

Los errores del formato son bastante obvios: para empezar,
un horario demasiado tarde para un programa de niños que termina en torno a las
01:20 horas de la madrugada. Canciones no apropiadas para niños, tanto
vocalmente, como temáticamente y, es que, como he mencionado en las líneas
superiores, la edad de los participantes oscila entre los 4 y 12 años. Y por
último, un formato que no innova, aprovecha ingredientes de otros ya
existentes, pero no aporta nada nuevo.

Por cierto, terminando de escribir este artículo, me
confirman que el peluquero de Angy Fernández, todavía está en búsqueda y
captura.

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