Los Morancos abrieron la «puerta del tiempo» al pasado de TVE

La 1 de TVE fue líder una Nochevieja más, siendo la más vista en las Campanadas y también con el regreso de los Morancos al último prime-time del año con el especial producido por Europroducciones «La puerta del tiempo». Aunque lo hizo con los datos más bajos de su historia. Este «repaso» humorístico alcanzó los 2.978.000 espectadores y un 24,9% de cuota (3.351.000 y 28,1% vieron el de Josema Yuste el año pasado).

La sombra de José Mota es y sigue siendo alargada. Y es que el ingenio y humor ácido y crítico de los especiales del humorista manchego en Los Morancos brilló por su ausencia, en esta ocasión más por decisión de los de «arriba» que por la reconocida lucidez de los veteranos humoristas de Canal Sur. En el especial de los hermanos Cadaval de 70 minutos de duración se atravesaban distintas puertas (sin duda, esta parte fue el punto más original de la apuesta de Nochevieja), a las que dio paso en los pasillos de TVE nada más y nada menos que Mariló Montero, para revivir momentos pasados -desde la Prehistoria, la Francia de Napoleón hasta el siglo de Oro de Cervantes con coaches de ‘La Voz’ y cameo incluido de Rosario Flores-; predecir el futuro -la particular visión de Madrid dentro de 50 años sin crisis y con jubilados octogenarios con pico y pala y bastón aún sin haber obtenido la prejubilación-; o hacer parodias de «El hobbit», ‘Masterchef’ y hasta un viaje al espacio de los dos míticos personajes del dúo Antonia y Omaíta.

Sin embargo, la crítica política o de la situación actual del país brilló por su ausencia. Ni siquiera en la TVE del PP se dignaron a mostrar a políticos de diferente color, a Luis Barcenas, o a algún ministro (qué menos que uno de los que más polémicas han suscitado durante el año), y sólo vimos un sketch muy descafeinado con Rajoy y Ana Botella cantando el fracaso olímpico al ritmo de «I love it». O una «crítica» muy light a los recortes sanitarios o en educación, que para hacernos una idea de por donde iban los tiros del guión, el problema educativo se resumió y se tiñó en las insufribles tasas de la secretaría de facultad para hacer una copia compulsada que llevan presentes toda la vida de dios, ¡y ni rastro del «tasazo» del ministro Wert para acceder a cualquier grado universitario!

El especial aún así nos sacó algunas risas, con algunos divertidos momentos, como un sketch ambientado en Ikea y con el mismísimo Dani Mateo como dependiente; uno sobre la desinformación sobre el reciclaje o sobre la moda de los Gin Tonic:

«La puerta del tiempo» lamentablemente se hizo larga y trasnochada, para revivir tiempos de una TVE que creímos, hace muy poco, que ya era cosa del pasado de la historia de la televisión de nuestro país.