Tras el regreso del PP al poder, ¿qué futuro le espera a la televisión?

Tras la victoria del PP en las elecciones generales asisistiremos a ¿la privatización de las autonómicas?, ¿su eliminación?… ¿Quién será presidente de RTVE? ¿Volverá la publicidad a la cadena pública?, ¿el regreso a la «era Urdaci»?, ¿la despedida de Ana Pastor y de otros profesionales independientes en sus informativos? ¿Se podrá sostener el modelo audiovisual actual? ¿Asistiremos a la fusión Antena 3-laSexta?

Las elecciones generales del 20-N han devuelto el poder al Partido Popular, tras lograr una victoria muy amplia, una mayoría absolutísima, 186 escaños frente a los 110 del PSOE, el mejor resultado para la derecha en democracia y otorgándole el control casi absoluto de todas las instituciones del país, algo inédito desde la dictadura de Franco.

Los electores españoles han confiado la gestión del país a un partido político que si ha mostrado una actitud irresponsable en la oposición en uno de los momentos más difíciles de España en su historia democrática, aún es más difícil pronosticar qué harán en el gobierno, tras la ambigüedad de su programa electoral o los indescriblables mensajes que han transmitido en la campaña electoral. El país está en manos de Mariano Rajoy, que ha sido elegido nuevo presidente del Gobierno tras lograr vencer unas elecciones en su tercer intento, tras lograr sin éxito el relevo de José María Aznar en 2004 y derrotado dos veces consecutivas por José Luis Rodríguez Zapatero.

La derecha pretende recortar todo lo «recortable» y aplicar unas políticas de austeridad extrema y de una posible retirada de los logros, avances sociales y derechos conquistados en estos años de progreso. Pero si nos esperan años muy duros para salir de la dura crisis en la que estamos inmersos, también está en juego el futuro de la televisión, tal y como la conocemos hasta ahora.

¿Qué ocurrirá con Televisión Española?

Y el foco principal donde muy probablemente se vivirán cambios profundos será en la cadena pública. Si el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero (2004-2011) persiguió en sus dos legislaturas el construír una cadena pública independiente del poder político, imparcial, plural y objetiva, y con unos contenidos de calidad sin renunciar al liderazgo de las audiencias, con el PP se espera un modelo notablemente distinto.

Los últimos meses de precampaña electoral, el PP convirtió TVE en su diana de críticas, cuando la opinión pública elogiaba la gestión de Zapatero de la corporación y al haber sido de los pocos logros de unidad entre los dos grandes partidos, emprendieron una campaña para deslegitimar a la cadena pública acusándola de «manipulación informativa». La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, ha dejado entrever que una de las periodistas más reputadas en la actualidad, Ana Pastor, presentadora de ‘Los desayunos de TVE’, será despedida tras el traspaso de poderes. Además el PP mantiene la posibilidad de recuperar la publicidad para la cadena pública.

El PP además contempla importantes cambios o despidos en su plantilla de trabajadores y pretende integrar la plantilla de la agencia EFE entre los trabajadores de la corporación pública. El futuro del cine español también está en el aire, hasta ahora las cadenas privadas también tenían que invertir en él un porcentaje obligado de sus ingresos, el PP sostiene que sólo sea Televisión Española, quien destine parte de sus presupuestos a financiarlo.

Por otro lado, hace unas semanas asistimos al intento de los consejeros del PP de imponer la censura previa en los servicios informativos, y también nos conviene recordar en los anteriores ocho años de gobierno del PP (1996-2004) la impresentable manipulación que aplicaron. Observando el camino que ha tomado Dolores de Cospedal con Castilla-La Mancha Televisión y como entiende este partido la imparcialidad ¿aplicarán el modelo de Telemadrid o Canal 9 a la cadena pública estatal? ¿La transformarán en una «TVE-Intereconomía»? ¿La usarán como objeto propagandístico gubernamental como hicieron en la era Urdaci y hacen con todas sus cadenas autonómicas?

De momento, ya parece que suena un nombre, que tiene muchas papeletas para comandar esta «nueva» TVE: Jenaro Castro, el que fue editor y «mano derecha» de Alfredo Urdaci cuando era director de informativos de TVE con Aznar, suena como el principal aspirante a ser director de informativos o presidente de la corporación. Parece que la «TVE de todos» pasará a ser «la televisión del PP», confiemos en que no sea así, y que la televisión pública del consenso, la pluralidad y unidad cimentada en estos siete años no sea destruída.

¿Privatización o eliminación de las cadenas autonómicas?

Si es un enigma el futuro de TVE, aún mayor es el de las cadenas autonómicas. El PP en repetidas ocasiones ha mostrado su disposición de privatizarlas, de hecho en su programa electoral sostiene que impulsará reformas legislativas que facilitarán a las administraciones la entrada de participación privada en la financiación de las televisiones públicas y privadas. En este sentido, someterán a examen la «viabilidad económica» del actual modelo de televisiones públicas para «redimensionarlas y adaptarlas» a la coyuntura presupuestaria actual. Vamos, el PP es partidario de una privatización en toda regla y dar vía libre a la «tijera» en la red de televisiones autonómicas.

Como posibles medidas se se plantea la posibilidad de eliminar la publicidad en las cadenas de la FORTA. Además, el Partido Popular ha esbozado un plan que persigue privatizar las cadenas autonómicas que quedarían reducidas a un único canal que cuente con desconexiones territoriales. ¿Pero esta medida supondría también la eliminación de cadenas con notables audiencias e ingresos como Canal Sur o TV3?

Otros gobiernos de derechas como el de Francisco Álvarez-Cascos en Asturias, están convirtiendo su radiotelevisión autonómica, RTPA, en su diana de recortes de hasta el 30%, que podría suponer su cierre, al privarla de un presupuesto de hasta 11,3 millones de euros. ¿Asistiremos al final de las cadenas autonómicas?

¿Qué propone ElTelevisero.com al nuevo gobierno?

Que las televisiones públicas sean una ventana y reflejo de la pluralidad de la sociedad, que respeten y representen a todos, que sean consensuadas por la mayoría de las fuerzas políticas, y que persigan un modelo similiar al de la Televisión Española construída con la unidad del PSOE y PP estos siete años: la que es considerada casi de forma unánime como la más imparcial, independiente y plural de toda su historia. Sería una pésima señal para nuestra democracia y los medios de comunicación, la privatización o eliminación de la FORTA o el regresar a una etapa marcada de nuevo por la manipulación y el férreo control político del partido gobernante de turno, como ocurrió hasta 2004 con los anteriores gobiernos del PP.